Libera a cada miembro de tu familia con esta oración

Señor, Dios Todopoderoso y Misericordioso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, expulsa de mí, de mis amigos y familiares, de aquellos que pueden ayudarme financiera y espiritualmente, y del mundo entero, cada influencia diabólica de cualquier Espíritu Maligno y cada Alma Maldita. de todo el Infierno, que tiene sobre mí y sobre ellos, por la Preciosa Sangre de Tu Hijo Jesús.

Deje que la Sangre Inmaculada y Redentor rompa todos los lazos en mi cuerpo, en mi mente, en mi trabajo, en aquellos que podrían ofrecer un trabajo y en todas las cosas de mí y de los demás y las dificultades de toda mi vida y la de los demás.

¡Oh Santísima Virgen, María Inmaculada, oh Coros de los Nueve Ángeles, oh San Miguel Arcángel, todos los Santos del Paraíso, me consagro y consagro y les pido la Intercesión de todas las Almas del Purgatorio!

Intercede por todos nosotros y ven rápidamente en nuestra ayuda e inmediatamente rompe las "últimas piernas" de Lucifer contra los hijos de la Santísima Madre, María Santísima y la Santísima Trinidad.

Ordeno, en este preciso momento, que cada Diablo y Alma Maldita no pueda tener ninguna influencia en mí, en las categorías de personas que he mencionado y en todo el mundo, para que toda la Humanidad se libere, en este mismo instante.

Para la Flagelación, la Corona de Espinas, la Cruz, la Sangre y la Resurrección de Jesucristo, para el Dios Verdadero, para el Dios Santo, para el Dios que puede hacer todo, ordeno a cada Diablo y Alma Maldita que no pueda tener influencia ninguno en mí y en todo el mundo y que todas las cadenas creadas, que hasta ahora han ocurrido en mí y en todo el mundo, pueden romperse de una vez por todas.

Bendice y libera a tu siervo o siervo (di el Nombre del Bautismo) y bendice esta Imagen (eleva una Imagen bendita a Dios), que te presento y haz que esta Imagen Bendita me proteja a mí y al mundo entero y nos proteja por satanistas, masones, mafiosos, políticos corruptos y cualquier otra categoría infame existente en la tierra y en todo el mundo.

Asegúrese de que, en mi hogar y en mis cosas y de cualquier otra categoría y en las cosas del mundo entero, el Diablo nunca, nunca, pueda tener alguna influencia, incluso infinitesimal, en el Nombre de Jesucristo, Maestro de la Historia , nuestro Señor y Salvador.
Que así sea.