Los efectos de una conciencia culpable

Pero cuando Herodes se enteró de esto, dijo: “Es a Juan a quien he decapitado. Él fue criado. "Marcos 6:16

La fama de Jesús se había extendido entre la gente y muchos hablaban de él. Algunos pensaron que era Juan el Bautista resucitado de entre los muertos, otros pensaron que era el profeta Elías, otros simplemente pensaron que era un nuevo profeta. Todos estaban tratando de averiguar quién era este hombre increíble que hablaba con tanta sabiduría y autoridad.

Curiosamente, Herodes, que había decapitado a Juan el Bautista, inmediatamente concluyó que Jesús debía ser Juan resucitado de entre los muertos. Hable de esta creencia no solo como una sospecha, sino como si supiera que es un hecho. Esta es su conclusión final acerca de Jesús: ¿Por qué Herodes llega a esta creencia errónea?

Por supuesto, no sabemos con certeza por qué Herodes llegó a esta creencia, pero podemos especular y llegar a una conclusión probable. Herodes parece haberse sentido muy culpable por la decapitación de Juan el Bautista y esta culpa lo llevó a esta conclusión.

Es interesante notar que cuando alguien peca, como lo hizo Herodes, y siente una profunda culpa sin arrepentirse por ese pecado, surgen varios efectos nocivos para la salud, como cierto proceso de pensamiento paranoico. Herodes probablemente esté paranoico, y lo más probable es que lo sea debido a su pecado y su negativa a arrepentirse de su pecado.

Podemos ver esta misma tendencia en todos nosotros. Negarnos a arrepentirnos de nuestros pecados a menudo causa muchos otros problemas en nuestra vida. El pecado impenitente puede causar pensamientos paranoicos, ira, autojustificación y muchos otros problemas emocionales y psicológicos. El pecado, aunque de naturaleza espiritual, tiene un efecto en toda nuestra persona, que es lo que podemos vislumbrar en la persona de Herodes. Ésta es una buena lección para todos.

Piense en tendencias similares en su vida hoy. ¿Te vuelves paranoico sobre lo que dicen o hacen los demás? ¿Conseguir la autojustificación de sus acciones? ¿Te enojas y proyectas ese enojo en otros que no lo merecen? Reflexione sobre cualquiera de estas tendencias que vea y luego investigue más a fondo su origen. Si ves que la causa fundamental de estas tendencias malsanas es el pecado sin arrepentimiento en tu propia vida, entonces arrepiéntete honesta y completamente para que nuestro Señor pueda librarte de los efectos del pecado.

Señor, me arrepiento de todo pecado. Oro para poder ver mi pecado con honestidad y sinceridad. Y al ver mi pecado, ayúdame a confesártelo para que me libere no solo del peso de mi pecado, sino también de los efectos de ese peso. Jesús, creo en ti.