Santos Cosma y Damián: médicos que trataban a la gente gratis

Hoy te hablaremos de 2 de los 5 hijos de Nicéforo y Teodota, los santos Cosma y Damiano. Ambos hermanos habían estudiado medicina en Siria y ejercían en Egea, una ciudad en el Golfo de Alexandretta. Aunque no se sabe mucho de estos 2 hermanos, la gente los recuerda como dos personas valientes y generosas, tanto que no les pagaban por sus servicios. Cosma y Damiano anteponen el bien del prójimo al propio.

mártires

estos 2 mártires no sólo sanaron el cuerpo, sino también el espíritu, difundiendo la palabra de Jesús y orando por todos los que acudieron a ellos en busca de ayuda. Al medicar a hombres, mujeres y niños, lograron convertir a muchas personas al catolicismo.

El martirio de Cosme y Damián

Il Martirio de los dos hermanos es uno de los más crueles y sangrientos jamás representados en la historia. Según los informes, llegaron apedreado, azotado, crucificado y le arrojaron dardos y lanzas, para ser quemado y arrojado al mar con una piedra atada al cuello.

Estos 2 santos parecían aunque no podría morir. El rocas rebotó contra sus cuerpos, el flechas volvieron contra quien los había arrojado, el ángeles desataron las ataduras con las que les habían vendado los ojos antes de arrojarlos al mar y llamas rugieron a sus verdugos.

iglesia

Finalmente, cuando los verdugos vieron que nada surtía efecto, decapitaron. El mismo final triste también les sucedió a sus hermanos menores.

Amados en vida como en la muerte, los dos santos fueron sepultados en Ciro en Cilicia y se erigió un santuario en su honor, visitado por innumerables peregrinos. incluso elEmperador Justiniano gracias a ellos obtuvo una curación milagrosa y mandó agrandar el santuario dedicado a ellos y transformarlo en basílica.

Cosma y Damián fueron los últimos santos en tener el honor de ser incluidos en la canon de la misa tridentina, que enumera los nombres de los Apóstoles seguidos de los de doce mártires. 

La lección que nos dejan Cosma y Damiano es que el amor y la compasión no tienen precio. Nos enseñan que el verdadero significado de ser médicos es servir a los demás sin segundas intenciones y sin pedir nada a cambio, sólo por el placer de ver a los demás sanado y feliz.