Lourdes: la súplica a Mary por curaciones difíciles

Con el corazón lleno de alegría y asombro por su visita a nuestra tierra, le agradecemos
o María por el regalo de tu atención para nosotros. Tu presencia luminosa en Lourdes es el nuevo signo de tu bondad maternal y vigilante. Ven entre nosotros para seguir repitiéndonos el llamado que hiciste a Caná en Galilea un día: "Haz lo que él te diga" (Jn 2,5, XNUMX). Damos la bienvenida a esta invitación como un signo de su misión materna para la gente de los redimidos, que Jesús le dio en la cruz, en la hora de la pasión. Conocer y sentir a nuestra Madre nos llena de alegría y confianza: contigo nunca estaremos solos y abandonados. María, Madre, esperanza, refugio, gracias.
AVE María…

¡Tus palabras a Lourdes, María del Cielo, fueron oración y penitencia! Les damos la bienvenida como un eco fiel del Evangelio de Jesús, como un programa dejado por el Maestro para aquellos que desean dar la bienvenida al regalo de una nueva vida que hace que los hombres sean hijos de Dios. Desde hoy, oh María, imploramos que se ponga en práctica una fidelidad y una generosidad renovadas. Este grito del evangelio. La oración, como un abandono seguro de la bondad de Dios, que escucha y responde, más allá de cada una de nuestras peticiones; La penitencia, como un cambio de corazón y de vida, para confiar en Dios, para asimilar su plan de amor por nosotros.
AVE María…

Luz, agua, viento, tierra: estos son los signos de Lourdes, plantados para siempre por ti, ¡oh María! Queremos, como las velas de Lourdes, ante su venerada imagen, brillar en la comunidad cristiana, por la solidez de nuestra fe. Queremos dar la bienvenida al agua viva que Jesús nos da en los sacramentos, como gestos de su amor que sana y regenera. Queremos caminar como los Apóstoles del Evangelio, al soplo de Pentecostés, para seguir narrando que Dios nos ama y que Cristo murió y resucitó por nosotros. También queremos amar los lugares donde Dios nos ha colocado y nos llama todos los días a hacer su voluntad, los lugares de nuestra santificación todos los días.
AVE María…

María, Sierva del Señor, Consolación de la Iglesia y de los cristianos, nos guía hoy y siempre. Amén. Hola regina

Nuestra Señora de Lourdes, ruega por nosotros.
Bendita sea la Santa e Inmaculada Concepción de la Bienaventurada Virgen María, Madre de Dios