Lourdes: en el último día de peregrinación se cierran sus heridas

Lidia BROSSE. Una vez curados, votamos por los enfermos… Nacido el 14 de octubre de 1889, residente en Saint Raphaël (Francia). Enfermedad: Múltiples fístulas tuberculosas con desprendimiento extenso en la región glútea izquierda. Curado el 11 de octubre de 1930, a la edad de 41 años. Milagro reconocido el 5 de agosto de 1958 por Mons. Jean Guyot, obispo de Coutances. En septiembre de 1984 Lourdes perdió a una de sus más fieles hospitalarias: Lydia Brosse, fallecida a los 95 años. Sirvió a los enfermos con todas sus fuerzas y con toda su alma. ¿Por qué tanta abnegación? La respuesta es simple: quería devolver algo de lo que había recibido. Porque contra todo pronóstico, un día de octubre de 1930, Dios, en quien él cree fielmente, sanó las heridas de esta pequeña mujer de 40 libras. Lydia ya había tenido muchas enfermedades de los huesos, de origen tuberculoso. Se había sometido a varias cirugías por múltiples y repetidos abscesos. Estaba agotada, delgada y anémica por estos sangrados. Durante su peregrinaje en octubre de 1930, no hubo una mejora notable en su estado. El último día, renuncia a nadar en las piscinas. Es durante el viaje de regreso a San Rafael que encuentra el deseo y la fuerza para levantarse. Sus heridas se cierran. A su regreso, el médico tratante notó "un floreciente estado de salud, cicatrización completa...". Durante todos los años siguientes, Lydia irá a Lourdes con la peregrinación del Rosario para dedicarse a los enfermos. Solo 28 años después de su recuperación, se proclamó oficialmente el milagro, no tanto por la perplejidad de los médicos, sino por la lentitud de los procesos de reconocimiento.