Meditación del día: reza al Padre Nuestro

Meditación del día reza al Padre Nuestro: recuerde que Jesús a veces iba solo y pasaba toda la noche en oración. Por tanto, está claro que Jesús está a favor de tiempos de oración largos y sinceros, ya que nos ha dado su ejemplo como lección. Pero hay una clara diferencia entre lo que nuestro Señor hizo toda la noche y lo que criticó a los paganos por hacer cuando "tartamudean" con muchas palabras. Después de esta crítica a la oración de los paganos, Jesús nos da la oración del "Padre Nuestro" como modelo para nuestra oración personal. Jesús dijo a sus discípulos: “En la oración, no tartamudeen como los paganos, que creen ser escuchados por sus muchas palabras. No seas como ellos. Mateo 6: 7–8

Meditación del día reza al Padre Nuestro: La oración del Padre Nuestro comienza dirigiéndose a Dios de una manera profundamente personal. Es decir, Dios no es solo un ser cósmico omnipotente. Es personal, familiar: es nuestro Padre. Jesús continúa la oración enseñándonos a honrar a nuestro Padre proclamando su santidad, su santidad. Dios y solo Dios es el Santo de quien deriva toda la santidad de la vida. Cuando reconocemos la santidad del Padre, también debemos reconocerlo como Rey y buscar su realeza para nuestras vidas y para el mundo. Esto se logra solo cuando Su perfecta voluntad se hace "en la tierra como en el Cielo". Esta oración perfecta termina reconociendo que Dios es la fuente de todas nuestras necesidades diarias, incluido el perdón de nuestros pecados y la protección de cada día.

Poración a Dios Padre por una gracia

Al completar esta oración de perfección, Jesús proporciona un contexto en el que se debe decir esta y cada oración. Dice: “Si perdonas a los hombres sus transgresiones, tu Padre celestial te perdonará. Pero si no perdonáis a los hombres, ni siquiera vuestro Padre perdonará vuestras transgresiones ”. La oración solo será eficaz si permitimos que nos cambie y nos haga más como nuestro Padre Celestial. Por lo tanto, si queremos que nuestra oración de perdón sea efectiva, entonces debemos vivir lo que pedimos. También necesitamos perdonar a los demás para que Dios nos perdone.

Meditación del día reza al Padre Nuestro: Reflexiona hoy en esta oración perfecta, el Padre Nuestro. Una tentación es que podemos familiarizarnos tanto con esta oración que ignoramos su verdadero significado. Si eso sucede, nos daremos cuenta de que le estamos rezando más como paganos que simplemente tartamudean las palabras. Pero si entendemos con humildad y sinceridad y entendemos cada palabra, entonces podemos estar seguros de que nuestra oración se parecerá más a la de nuestro Señor. San Ignacio de Loyola recomienda meditar muy lentamente en cada palabra de esa oración, una palabra a la vez. Trate de orar de esta manera hoy y permita que el Padre Nuestro pase del balbuceo a la comunicación auténtica con el Padre Celestial.

Oremos: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Ven a tu reino. Hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día. Y perdónanos nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a los que nos ofenden. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal. Amén. Jesús, creo en ti.