Meditación hoy: resumen de todo el Evangelio

"Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga la vida eterna". Juan 3:16

Este pasaje de la Escritura del Evangelio de Juan es familiar. A menudo, en grandes eventos públicos como los juegos deportivos, es posible que encontremos a alguien que muestre un cartel que diga "Juan 3:16". La razón de esto es que este pasaje ofrece un resumen simple pero claro de todo el Evangelio.

Hay cuatro verdades básicas que podemos extraer de esta Escritura. Echemos un vistazo a cada uno de ellos brevemente.

Primero, está claro que el Padre Celestial nos ama. Sabemos esto, pero nunca entenderemos completamente la profundidad de esta verdad. Dios Padre nos ama con un amor profundo y perfecto. Es un amor más profundo que cualquier cosa que podamos experimentar en la vida. Su amor es perfecto.

Reflexione hoy sobre este resumen de todo el Evangelio

En segundo lugar, el amor del Padre se manifestó por el don de su Hijo Jesús. Es un acto profundo de amor para que el Padre nos dé a su Hijo. El Hijo significaba todo para el Padre y el don del Hijo para nosotros significa que el Padre nos lo da todo. Nos da su propia vida en la persona de Jesús.

En tercer lugar, la única respuesta adecuada que podemos dar a tal regalo es la fe. Necesitamos creer en el poder transformador de la aceptación del Hijo en nuestras vidas. Este regalo como un regalo que nos da todo lo que necesitamos. El Hijo en nuestra vida al creer en su misión y entregarle nuestra vida a cambio.

Cuarto, el resultado de recibirlo y dar nuestra vida a cambio es que somos salvos. No pereceremos en nuestro pecado; más bien, se nos dará la vida eterna. No hay otro camino a la salvación que a través del Hijo. Debemos conocer, creer, aceptar y abrazar esta verdad.

Reflexione hoy sobre este resumen de todo el Evangelio. Léelo varias veces y memorícelo. Pruebe cada palabra y sepa que al aceptar este breve pasaje de las Escrituras, está aceptando toda la verdad de Dios.

Padre Celestial, te agradezco por el regalo perfecto de Cristo Jesús, tu hijo. Al darnos a Jesús, nos das tu propio corazón y alma. Que pueda estar abierto a Ti más plenamente y al don perfecto de Jesús en mi vida. Creo en ti, Dios mío. Por favor, aumenta mi fe y mi amor. Jesús, creo en ti.