Meditación de oración de Pascua: alabar a Jesús

¡Aleluya! ¡Toda la gloria, alabanza y honor para ti, el glorioso Señor Jesús! ¡Has resucitado de la tumba, has vencido el pecado y la muerte, has abierto las puertas al Cielo! ¡Aleluya! ¡Toda alabanza y honor para ti, el más glorioso Señor Jesús!

Mi Señor, la esperanza se restablece, la alegría y la emoción se infunden en muchos corazones mientras resucitas silenciosa, dulce y gloriosamente de los muertos y traes nueva vida a este mundo caído. Dulce Jesús, dame los ojos de fe que puedo ver y creer en tu resurrección. Ayúdame a conocer los efectos de tu triunfo en mi vida. Cuando te conozca, mi Señor resucitado, ayúdame a confiarte todo lo que soy y todo lo que espero ser. Ayúdame a confiar en la abundante Misericordia que fluye de tu alma resucitada.

Querido Señor, ayúdame a entrar profundamente en el misterio de la Pascua durante esta celebración de ocho días de la Octava de Pascua. Rezo para que cada día de esta Octava sea un día de profunda confianza y unión contigo en la gloria de tu resurrección.

El Señor de la Misericordia, mientras nuestra Iglesia se prepara para la gloriosa celebración de la Misericordia, derramada de manera especial en el octavo día de esta Octava, el Domingo de la Divina Misericordia, ayúdame a abrir mi corazón más profundamente que nunca a la abundancia de Gracia. y Misericordia que deseas dar. Derrama tu misericordia en mi vida y en la vida de todos tus hijos. Te ofrezco mi familia, mis amigos, mi comunidad y el mundo entero. Rezo por los fieles, los pecadores, los perdidos y confundidos, los fieles, el clero, nuestro Santo Padre y todos sus preciosos hijos. Que todos podamos anticipar, con ardiente esperanza, la abundancia de gracia que desea dispensar.

Jesús resucitado de misericordia, confío en ti. Jesús, creo en ti. ¡Jesús, creo en ti!

¡Aleluya! ¡Toda la gloria, alabanza y honor para ti, el glorioso Señor Jesús! ¡Has resucitado de la tumba, has vencido el pecado y la muerte, has abierto las puertas al Cielo! ¡Aleluya! ¡Toda alabanza y honor para ti, el más glorioso Señor Jesús!