Mensaje enviado a Medjugorje el 2 de julio de 2016

mirjana_dragicevic

“Queridos hijos, mi verdadera presencia aquí con ustedes, una presencia viva entre ustedes, debe hacerlos felices: este es un gran amor de mi Hijo. Él me envía entre ustedes. Con amor maternal te doy seguridad, si entiendes, que en el sufrimiento y la alegría, en el sufrimiento y en el amor, tu alma vive en Jesús. En otra ocasión te llamo, alaba el corazón de Jesús, el corazón de la fe, de la Eucaristía. . Día tras día, por la eternidad, hijo mío, vuelve vivo entre ustedes. Vuelve entre ti pero Él nunca te dejó. Cuando uno de mis hijos regresa a él, mi corazón maternal se alegra. Por eso, hijos míos, regresen a la Eucaristía, a mi Hijo. El camino a mi Hijo es duro, lleno de sacrificios, pero al final siempre hay una luz. Entiendo tus dolores, tus sufrimientos, y con amor maternal, seco tus lágrimas. Confía en mi Hijo, porque Él hará por ti lo que ni siquiera puedes pedir. Ustedes, hijos míos, deben preocuparse solo por su alma, porque su alma es lo único que les pertenece en la tierra, su alma la pondrá sucia o pura frente al Padre Celestial. Recuerda siempre creer y reconocer el amor de mi Hijo. Te pido de manera especial que reces por aquellos a quienes mi Hijo ha llamado a vivir para él y a amar a su gente. Gracias". Nuestra Señora bendijo a todos los presentes y todos los objetos traídos.