Miércoles en honor a San José. Oraciones y practicas

El miércoles está especialmente consagrado a San José. Los devotos del Santo deben tratar de no dejarlo pasar sin rendir homenajes de oración y adoración al gran Patriarca. Las numerosas gracias obtenidas por quienes practican esta devoción atestiguan cómo San José acepta y reembolsa este tributo filial.

Se recomiendan las siguientes prácticas: Santa Misa con Comunión, oraciones en honor al Santo y oraciones por los moribundos. Para las "oraciones" se puede seguir la pista indicada para siete domingos. Un signo externo de devoción también volverá querido a San José (por ejemplo, para decorar su cuadro, encender una lámpara en él) y, sobre todo, a algún buen trabajo (por ejemplo, una visita a un enfermo, una limosna). , una mortificación, etc.).

I. Bendito sea, mi Padre San José, que los ángeles y los justos te vuelvan a llenar de alabanza, porque fuiste escogido para ser la sombra del Altísimo en el misterio de la Encarnación. Nuestro Padre

II Sea bendecido, mi padre San José, los serafines, los santos y los justos lo llenen de alabanzas por la buena fortuna que tuvo al ser elegido como padre del mismo Dios.

III. Sé bendecido, mi padre San José, los tronos, los santos y los justos te llenan de alabanza, por el nombre de Jesús que impusiste al Salvador en la circuncisión. Nuestro Padre

IV. Sea bendecido, mi Padre San José, las dominaciones, los santos y los justos lo llenan de alabanza por la Presentación de Jesús en el Templo. Nuestro Padre

V. Bendito, Padre mío San José, que los querubines, los santos y los justos te llenen de alabanza, por los grandes esfuerzos que te impusiste para salvar al divino Niño de las persecuciones de Herodes. Nuestro Padre

TÚ. Sea bendecido, mi padre San José, los arcángeles, los santos y los justos lo llenan de alabanza, por los muchos problemas que sufrió en Egipto para satisfacer las necesidades de Jesús y María. Nuestro Padre

VII. Sé bendecido, mi padre San José, y quiero que las virtudes y todas las criaturas te alaben, por el inmenso dolor que sentiste al perder a Jesús y por la incomparable alegría de encontrarlo en el Templo. Nuestro Padre

ORACION FINAL
Muy glorioso San José, padre virginal de Jesús, verdadero esposo de la Santísima Virgen María, protector de los pobres moribundos, confiando en tu poderosa intercesión, te pido estas tres gracias:

el primero, servir a Jesús con la diligencia y el amor con que lo serviste;

el segundo, sentir por María esa reverencia y confianza que Tú tenías;

el tercero, que Jesús y María asisten a mi muerte mientras presenciaban la tuya. Amén.

eyaculatorio
Jesús, José, María, te doy mi corazón y mi alma.

Jesús, José, María, ayúdame en la última agonía.

Jesús, José y María, respira mi alma en paz contigo.