Mensaje dado por la Virgen el 23 de noviembre de 2019

Querido hijo mio
La oración es tu arma poderosa. No puedes buscar el cielo, la vida eterna, si no rezas todos los días. Muchos de ustedes están acostumbrados a orar a través de repeticiones de palabras, fórmulas, pero Dios quiere su corazón, quiere que oren con Fe, que su grito llegue a su trono gracias a su fuerte confianza en Él.
Dios les da las mayores gracias cuando dices incluso con una simple eyaculación dicha con Fe y no cuando dices horas y horas dices palabras, repeticiones, fórmulas, para realizar las tareas diarias.
Mi querido hijo, transmítele a los hombres que en la oración Dios quiere su corazón, no quiere que realices tareas por miedo a él. Dios es bueno y te ama inmensamente, dispuesto a darte todas las gracias pero a veces no te escucha para ponerte a prueba, para probar tu Fe con fuego o porque lo que pides es malo para tu alma. Querido hijo, todos ustedes mis hijos, oren siempre, oren todos los días. Solo a través de la oración puedes obtener la salvación. La oración da luz a tu alma, fortalece tu Fe, te hace verdaderos hijos de Dios. Con la oración el diablo no puede hacer nada, se aleja de ti y tú rompes todo vínculo maligno. Orar. Solo la oración puede salvarte.

ORACIÓN PARA DECIR A LA SANTÍSIMA MARÍA
I.Por esa santísima resolución que inculcaste en el alma del patricio romano Juan y su digna esposa de dedicar todas sus sustancias a tu honor cuando, por esterilidad empedernida, se vieron sin sucesión, obtienes para todos nosotros, oh gran Virgen, Aprovecha siempre los contratiempos que nos atormentan en la tierra para procurar con más ardor los bienes eternos del cielo, sobre todo promoviendo las obras que sirven para acrecentar tu gloria.

Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor está contigo. Eres bendecida entre las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotras, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.

II. Por esa muy clara revelación que hiciste al mismo tiempo al patricio San Juan y a su estéril esposa, no al santo Papa Liberio, entonces reinante, es tu intención que se erija una iglesia en tu honor donde se encuentre la tierra toda cubierta de nieve. milagrosamente entre los ardores más abrasadores del verano, obtienes para todos nosotros, oh gran Virgen, conocer siempre con claridad tus santísimos deseos para conformar exactamente toda nuestra conducta.

Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor está contigo. Eres bendecida entre las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotras, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.

III. Para ese milagro completamente nuevo que operó bajo los ojos de toda Roma, cuando cubrió la cima del monte Esquilno con nieve y lo mantuvo intacto bajo el sol abrasador del XNUMX de agosto, indicó el lugar y la forma que normalmente se debería haber utilizado para la erección. del nuevo templo en tu honor, procura para todos nosotros, oh gran Virgen, no desconfiar nunca de la extensión de tu poder en el orden de la naturaleza, como en el de la gracia, y estar siempre ansioso por asegurarnos con tu mayor glorificación su patrocinio especial.

Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor está contigo. Eres bendecida entre las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotras, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.

IV. Por esa misteriosa lección que con la nieve enviada en agosto sobre una de las colinas de Roma, le diste al mundo entero, es decir, del deber que tiene de mantener el alma siempre blanca como la nieve a quien, añorando tu patrocinio, ama Para erigir en tu corazón un templo consagrado a tu culto, obtienes para todos nosotros, oh gran Virgen, tener siempre solícito cuidado de nuestra basura interior, pero sobre todo mantener inalterada la santa pureza, que fue siempre la virtud preferida por ti, ya que quien atrae todas las bendiciones celestiales con él

Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor está contigo. Eres bendecida entre las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotras, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.

V.Por esa particular gloria que le diste a la iglesia erigida para ti bajo el título de la Nieve que, honrada por el vivo interés del santo Papa Liberio que contribuyó a su construcción, del Sumo Pontífice Sixto III quien, reparando las ruinas causadas por el tiempo, lo hizo espléndido en mobiliario y ministros, se hizo aún más famoso por el santo pesebre de Cristo que fue transportado desde Belén, y por el título con que se distinguió últimamente de Santa María la Mayor, nos obtienes a todos, oh gran Virgen, Siempre celo con todo esfuerzo la decoración de tus altares, para que un día seas partícipe de tu gloria en el cielo, después de haberte tenido constantemente como madre nuestra en la tierra.

Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor está contigo. Eres bendecida entre las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotras, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo como fue en el principio ahora y siempre por los siglos de los siglos.
ORACIÓN.

Concede nos famulos tuos, quaesumus, Domine Deus, perpetua mentis et corporis sanitate gaudere; et gloriosae beatae Mariae semper virginis intercesión para presentar liberar tristitia, eterna perfrui laetitia. Para Dominum, etc.