Mensaje enviado a Medjugorje el 2 de junio de 2016

“Queridos hijos como madre de la Iglesia y como su madre, sonrío por la forma en que vienen a mí y se reúnen por mí, por cómo me buscan. Mis venidas entre ustedes son la señal de cuánto los ama el cielo. Dios te muestra el camino hacia la vida eterna y la salvación. Queridos hijos, ustedes que buscan tener un corazón puro con Jesús, están en el camino correcto. Tú que buscas a mi hijo, busca el camino correcto. Ha dejado muchas marcas de su amor. Dejó la esperanza; es fácil encontrarlo si estás listo para el sacrificio y la penitencia. Si tienes paciencia, misericordia y amor por tu prójimo. Muchos de mis hijos no ven ni oyen porque no quieren. Mis palabras y mis obras no las aceptan, pero Mi Hijo, a través de mí, invita a todos. Su Espíritu ilumina a todos los niños a la luz del Padre Celestial, en la comunión del cielo y la tierra, en el amor mutuo, porque el amor recuerda el amor y permite que las obras sean más importantes que las palabras. Por esto, mis Apóstoles oran por su Iglesia, ámenla y hagan obras de amor. Sin embargo, traicionada y herida, ella está aquí, porque viene del Padre Celestial. Ora por tus pastores para que puedan ver en ellos el amor y la grandeza de Mi Hijo. Gracias."