Niña después de un derrame cerebral desafía el pronóstico médico y, contra todo pronóstico, comienza a caminar de nuevo

Para los médicos, la ragazza Natalie Bentos-Pereira, de 11 años, nunca volvería a caminar después de un derrame cerebral. Contra todo pronóstico, Natalie se levanta.

Natalie

Natalie es una niña de 11 años de Carolina del Sur, que con tan solo 11 años en 2017 sufrió un derrame cerebral. Un día, Natalie se despertó con dolor de espalda, pero aun así decidió continuar con sus días sin pensar demasiado en ello, hasta que el dolor se volvió demasiado fuerte.

Los padres la llevaron al hospital y allí diagnóstico fue terrible. Según los médicos, su niña nunca volvería a caminar.

Margaret y Gerardo, ustedes no se rindieron, y decidió mantener el pronóstico en secreto de su hija. Así empezaron a recurrir a otros médicos, a seguir con la esperanza. Pero la respuesta siempre era la misma, la niña nunca volvería a caminar. Los valientes padres de Natalie decidieron desafiar estas predicciones y probar que estaban equivocadas.

Natalie no se rinde y vuelve a ponerse de pie

Así comenzó un largo viaje para Natalie. terapia y rehabilitación, que duró tres años, durante los cuales la niña no cedió ni un solo minuto, hasta que empezó a caminar de nuevo con un andador.

De ahí la niña pasó a la hidroterapia y para ella que amaba nadar, fue un momento muy feliz. Contra viento y marea, esta niña valiente, que nunca se dio por vencida, comenzó a caminar de nuevo, paso tras paso, demostrando a todos que a veces el voluntad puede ir donde la ciencia se detiene.

Ahora Natalie es unaadolescente que asiste a la escuela secundaria y sueña con su futuro, como todas las personas más afortunadas que ella.

 
 
 
 
 
Visualizza questo publicar en Instagram
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Una publicación compartida por Fightnatfight (@fightnatfight)

A veces hablamos de milagros, de ángeles, de algo que no se ve, pero en lo que se puede creer y que ayuda a seguir adelante. Pase lo que pase en la vida, no tienes que hacerlo no rendirse nunca, porque la verdadera diferencia solo la puedes hacer tú, con ganas y ganas de vivir.