“No parecía posible que un hombre tan grosero pudiera ser el Padre Pío” el encuentro con Emanuele Brunatto

Hoy te contamos cómo fue el encuentro entre emmanuel brunato, empresario de la moda y Padre Pío.

empresario

en 1919, Emanuele Brunatto estaba en Nápoles y por casualidad escuchó que el santo de Pietralcina estaba en San Giovanni Rotondo. Así que decidió ir a su encuentro. tomó un tren, pero se equivocó de parada y tuvo que caminar 40 kms camino antes de llegar a la iglesia del convento. A la mañana siguiente entra en la sacristía y ve a un hombre arrodillado dispuesto a confesar a los fieles.

Como nunca había visto su rostro, preguntó a los otros frailes si ese hombre era el Padre Pío. Los frailes confirmaron. Así que Emanuele decidió ponerse en la fila y esperar su turno. De repente, sin embargo, el Padre Pío saltó y lo el observó con una mirada llena de ira. Inmediatamente después volvió a confesar a los fieles. Emanuele cuando se encontró frente a esa mirada, sus facciones toscas y la barba enmarañada, se arrepintió de haber ido allí a encontrarse con él.

Padre Pio

El momento de la confesión de Emanuele Brunatto

No parecía posible que un hombre tan rudo pudiera ser el fraile del que todos hablaban. Esa mirada lo hizo sentir sacudido y agitadoun fuego había invadido todo su cuerpo. Salió corriendo de la sacristía y empezó a piangere pidiendo a Dios.De regreso en la sacristía lo sorprendió una escena inexplicable. Padre Pío estaba solo, su rostro brillaba de una belleza sobrenatural y suya barba ya no estaba despeinada.

Así que se arrodilló y confesó todos sus pecados. Como un río crecido se arrepintió de todo lo que había cometido, hasta que el Padre Pío lo detuvo diciéndole que el Dios ella lo había perdonado. El absuelto y mientras pronunciaba esas palabras, Brunatto sintió un olor a rosas y violetas. Sonriendo con aire dulce, el fraile de Pietralcina se levantó y se alejó.