Nuestra Señora del Rosario, Santa del día 7 de octubre

La historia de la Madonna del Rosario
San Pío V instituyó esta fiesta en 1573. El propósito era agradecer a Dios por la victoria de los cristianos sobre los turcos en Lepanto, victoria atribuida al rezo del rosario. Clemente XI en 1716 extendió la fiesta a la Iglesia universal.

El desarrollo del rosario tiene una larga historia. Al principio se desarrolló una práctica de rezar 150 Padres Nuestros en imitación de los 150 Salmos. Luego hubo una práctica paralela de rezar 150 Avemarías. Pronto, un misterio de la vida de Jesús se adjuntó a cada Ave María. Aunque la entrega del rosario de María a Santo Domingo se reconoce como una leyenda, el desarrollo de esta forma de oración debe mucho a los seguidores de Santo Domingo. Uno de ellos, Alan de la Roche, fue conocido como "el apóstol del rosario". Fundó la primera Cofradía del Rosario en el siglo XV. En el siglo XVI, el rosario se desarrolló en su forma actual, con los 15 misterios: alegre, doloroso y glorioso. En 2002, el Papa Juan Pablo II agregó cinco Misterios de Luz a esta devoción.

¡Reza el rosario como nunca antes!

reflexión
El propósito del rosario es ayudarnos a meditar sobre los grandes misterios de nuestra salvación. Pío XII lo llamó un compendio del evangelio. El enfoque principal está en Jesús: su nacimiento, vida, muerte y resurrección. Nuestros Padres nos recuerdan que el Padre de Jesús es el iniciador de la salvación. Las Avemarías nos recuerdan unirnos a María en la contemplación de estos misterios. También nos hacen comprender que María estuvo y está íntimamente unida a su Hijo en todos los misterios de su existencia terrena y celestial. Gloria Bes nos recuerda que el propósito de toda vida es la gloria de la Trinidad.

A muchos les gusta el rosario. Es simple. La repetición constante de las palabras ayuda a crear un clima en el que contemplar los misterios de Dios. Sentimos que Jesús y María están con nosotros en las alegrías y las tristezas de la vida. Crecemos con la esperanza de que Dios nos lleve a compartir para siempre la gloria de Jesús y María.