Noviembre, mes dedicado a los muertos. Petición a las almas del purgatorio

En el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Amén.

Oh Dios, ven a salvarme.

Oh Señor, date prisa para ayudarme.

Gloria al padre

Jesús, por el sudor de sangre que vertiste en el Jardín de los Olivos, cuando te viste cubierto con el montón de pecados de los hombres de todos los tiempos y sentiste un gran disgusto, pero por nuestro amor los aceptaste en ti, expiando a la víctima del humanidad, ten piedad de las almas de mis parientes que sufren en el purgatorio.

Nuestro padre

Ave María

Descanso eterno

Jesús, por la cruel flagelación que sufriste atado a la columna, objetivo dócil de una humanidad impía e impía, ten piedad de las almas de mis amigos y conocidos que sufren en el purgatorio.

Nuestro padre

Ave María

Descanso eterno

Jesús, por el casco de espinas que causó terribles dolores en tu cabeza y abundante pérdida de sangre, ten piedad del alma más abandonada, libre de sufragios, y del que está más lejos de ser liberado de los dolores del purgatorio.

Nuestro padre

Ave María

Descanso eterno

Jesús, por esos dolorosos pasos que tomaste con la cruz detrás de ti que te causaron una plaga muy dolorosa, ten piedad del alma más cercana a salir del purgatorio, y por los dolores que sentiste junto con tu santísima madre cuando te encontraste en el camino de la Calvario, libera a las almas de los dolores del purgatorio

estaban dedicados a las madres más tiernas y afligidas.

Nuestro padre

Ave María

Descanso eterno

Jesús, por tu cuerpo santísimo extendido en la cruz, por tus pies y manos perforados por grandes clavos, por la muerte cruel y por tu santísimo corazón abierto por la lanza, ten piedad y piedad de las almas del purgamo; libéralos de los dolores que sufren, llámalos a ti, finalmente déles la bienvenida en tus brazos en el paraíso.

Nuestro padre

Ave María

Descanso eterno

Oremos

Padre misericordioso, que en tu gran bondad y en tu inmenso amor, no has abandonado a las almas que sufren en el purgatorio, por el contrario, estás feliz de aliviar sus dolores por medio de nuestras oraciones, por favor, sácalas de los tormentos y contesta sus oraciones y Las súplicas.

Le recordamos, Padre, la Sangre derramada por Jesús en la dolorosa pasión y muerte que él sostuvo por nosotros y por ellos.

Por todos los pecados que cometieron las almas que ahora sufren en el purgatorio, les ofrezco su vida más santa en reparación y por los dolores por los que sufren tanto dolor, les ofrezco todas las penitencias, los ayunos, los sacrificios, las oraciones, las labores. , las aflicciones, los golpes, las heridas, la pasión y la muerte que Jesús, inocente y santo, sostuvo voluntariamente, y te ruego, por tales ofrendas, que los lleves a la alegría eterna. Amén.