Novena para las almas del purgatorio

1) Oh Jesús el Redentor, por el sacrificio que hiciste de ti mismo en la cruz y que renuevas diariamente en nuestros altares; ¡Por todas las santas misas que se han celebrado y que se celebrarán en todo el mundo, conceda nuestra oración en esta novena, dando a las almas de nuestros muertos el descanso eterno, haciendo que un rayo de su belleza divina brille sobre ellas! Descanso eterno

2) Oh Jesús Redentor, por los grandes méritos de los apóstoles, mártires, confesores, vírgenes y todos los santos del paraíso, libera de sus dolores todas las almas de nuestros muertos que gimen en el purgatorio, mientras disuelves la Magdalena y el Ladrón arrepentido. Perdona sus faltas y ábreles las puertas de tu palacio celestial que tanto desean. Descanso eterno

3) Oh Jesús el Redentor, por los grandes méritos de San José y por los de María, Madre de los sufrientes y afligidos; deja que tu infinita misericordia descienda sobre las pobres almas abandonadas en el purgatorio. También son el precio de su sangre y el trabajo de sus manos. Dales perdón completo y llévalos a las comodidades de tu gloria que siempre han suspirado. Descanso eterno

4) Oh Jesús el Redentor, por los múltiples dolores de tu agonía, pasión y muerte, ten piedad de todos nuestros pobres muertos que lloran y gimen en el purgatorio. Aplíqueles el fruto de muchos de sus dolores y llévelos a la posesión de esa gloria que ha preparado para ellos en el cielo. Descanso eterno

Repita por nueve días consecutivos.