Hoy primer sábado del mes. Oración al Inmaculado Corazón de María para obtener una gracia.

I.- El corazón más sagrado de María siempre virgen e inmaculado, Corazón después del de Jesús, el más puro, el más santo, el más noble que se forma por la mano del Todopoderoso; Corazón muy amoroso de caridad llena y tierna, te alabo, te bendigo y te ofrezco todos los respetos de los que soy capaz. Dios te salve María ... Dulce Corazón de María, sé mi salvación.

II - El más sagrado corazón de María siempre virgen e inmaculada, te doy infinitas gracias por todos los beneficios por tu intercesión recibida. Me uno a todas las almas más fervientes, para honrarte más, para alabarte y bendecirte. Dios te salve María ... dulce corazón de María, sé mi salvación.

III. - El corazón más sagrado de María siempre Vergane e inmaculado, sé tú la forma en que te acercas al amoroso Corazón de Jesús, y por el cual Jesús mismo me lleva a la montaña mística de la santidad. Dios te salve María ... Dulce Corazón de María, sé mi salvación.

IV. - El más sagrado corazón de María siempre virgen e inmaculado, sé tú en todas mis necesidades mi refugio, mi consuelo; sé el espejo en el que contemplas, la escuela donde estudias las lecciones del Divino Maestro; déjame aprender de ti lo máximo de él, especialmente la pureza, la humildad, la mansedumbre, la paciencia, el desprecio del mundo y, sobre todo, el amor de Jesús. Dios te salve María ... El dulce corazón de María sea mi salvación.

V. - El más sagrado corazón de María, siempre virgen e inmaculada, trono de caridad y paz, te presento mi corazón, aunque agitado y deformado por pasiones desenfrenadas; Sé que no es digno de que te lo ofrezcan, pero no lo rechaces por lástima; purifícalo, santifícalo, llénalo con tu amor y el amor de Jesús; devuélvelo a tu semejanza, para que un día contigo sea bendecido para siempre. Dios te salve María ... dulce corazón de María, sé mi salvación.

Oración al Inmaculado Corazón de María por cada primer sábado del mes
Inmaculado corazón de María, te veo ante los niños, que con su afecto quieren reparar las muchas ofensas que te traen muchos que, siendo tus hijos también, se atreven a insultarte e insultarte. Le pedimos perdón por estos pobres pecadores, nuestros hermanos cegados por la ignorancia o la pasión culpable, ya que le pedimos perdón también por nuestras deficiencias e ingratitud, y como tributo a la reparación, creemos firmemente en su excelente dignidad en los más altos privilegios, en todos dogmas que la Iglesia ha proclamado, incluso para aquellos que no creen.

Le agradecemos sus innumerables beneficios, para aquellos que no los reconocen; confiamos en usted y le rezamos también por aquellos que no lo aman, que no confían en su bondad materna, que no recurren a usted.

Aceptamos con gusto los sufrimientos que el Señor querrá enviarnos, y le ofrecemos nuestras oraciones y sacrificios por la salvación de los pecadores. Convierta a muchos de sus hijos pródigos y ábralos a su corazón como un refugio seguro, para que puedan transformar los antiguos insultos en tiernas bendiciones, la indiferencia en fervientes oraciones, el odio en amor.

Deh! Concede que no tenemos que ofender a Dios nuestro Señor, que ya está tan ofendido. Obtén para nosotros, por tus méritos, la gracia de permanecer siempre fiel a este espíritu de reparación, e imitar tu Corazón en la pureza de la conciencia, en la humildad y la mansedumbre, en el amor a Dios y al prójimo.

Inmaculado Corazón de María, alabanza, amor, bendición para ti: ruega por nosotros ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén