Oración a la Inmaculada Concepción

Oh Madre Inmaculada, Reina de nuestra Patria, abre nuestros corazones, nuestros hogares y nuestra tierra a la venida de Jesús, tu Divino Hijo.

Con Él reina sobre nosotros, oh celestial Señora, tan pura y tan brillante con el esplendor de la luz de Dios que brilla dentro y alrededor de Ti. Sé nuestro líder contra los poderes del mal destinados a arrebatar el mundo de las almas, redimido a tan alto precio de los sufrimientos de tu hijo y de ti mismo, en unión con él, por ese mismo Salvador, que nos ama con infinita caridad.

Nos reunimos en torno a Ti, casta y Santa Madre, Virgen Inmaculada, Patrona de nuestra amada Tierra, decidida a luchar bajo Tu estandarte de santa pureza contra la maldad que haría del mundo entero un abismo de maldad, sin Dios y sin Tu amada maternal. cuidado.

Consagremos nuestros corazones, nuestros hogares, nuestra tierra a tu PURO CORAZÓN, O GRAN REINA, PARA QUE EL REINO DE TU HIJO, NUESTRO REDENTOR Y NUESTRO DIOS, SEA ESTABLECIDO ÚNICAMENTE EN NOSOTROS.

No te pedimos ningún signo en particular, dulce Madre, porque creemos en tu gran amor por nosotros y ponemos toda nuestra confianza en Ti. Prometemos honrarte con fe, amor y pureza de nuestras vidas de acuerdo a tu deseo.

Reina, pues, sobre nosotros, Virgen Inmaculada, con tu Hijo Jesucristo. Que su Divino CORAZÓN Y TU PECHO SEAN SIEMPRE GLORIFICADOS ENTRE NOSOTROS.

USANOS, SUS HIJOS, COMO SUS HERRAMIENTAS PARA TRAER LA PAZ ENTRE HOMBRES Y NACIONES. TRABAJA EN NOSOTROS TUS MILAGROS DE GRACIA.

QUE SU NOVIA SAN JOSÉ, CON LOS SANTOS ÁNGELES Y SANTOS, NOS AYUDE A “RENOVAR EL ROSTRO DE LA TIERRA”.

CUANDO TERMINE NUESTRA OBRA, VEN, SANTA INMACULADA MADRE, Y COMO NUESTRA REINA VICTORIA, CONDÉVANOS AL REINO ETERNO, DONDE TU HIJO REINARÁ PARA SIEMPRE COMO REY. AMÉN.