Al Padre Pío le encantaba pasar las noches de Navidad frente al belén

El Padre Pío, el santo de Pietralcina, durante las noches anteriores a la Navidad, se detenía frente a la cuna contemplar al Niño Jesús, el pequeño Dios. Este Niño, nacido en plena noche, en una cueva fría y humilde, fue el Mesías prometido y el Salvador de los hombres.

Padre Pio

El Padre Pío describe el momento de Nacimiento de jesus como un acontecimiento silencioso y aparentemente desconocido, pero luego anunciado a los humildes pastores por los visitantes celestiales. El llanto del Niño Jesús simboliza el primero riesgo en ofrecido a la justicia divina para nuestra reconciliación.

El nacimiento de Jesús nos enseña Los cristianos amor y humildad.. El Padre Pío nos insta a desear conducir al mundo entero a la modesta cueva que es la morada del rey de reyes, donde sólo cubriéndonos de humildad podemos experimentar el misterio lleno de ternura divina.

Bebe Jesus

El belén visto como signo de humildad

El nacimiento de Jesús es un acontecimiento de gran humildad, en el que Dios elige nacer entre los animales y es adorado por pobres, pobres pastores. Esto demuestra el amor de Dios y nos invita a amar, renunciando bienes terrenales y prefiriendo la compañía de los modestos.

El santo de Pietralcina subraya que el Niño Jesús sufre en el pesebre hacer del sufrimiento algo que nosotros también podamos amar. Él renuncia a todo para enseñarnos a renunciar. bienes terrenales. Además, el niño Jesús prefiere la compañía de modesto animarnos a amar la pobreza y a preferir a las personas sencillas y a las que a menudo son invisible para la sociedad

Este nacimiento nos enseña a despreciar lo que el mundo ama y busca y a seguir el ejemplo de dulzura y humildad del Niño Jesús, el santo también nos insta a postrarnos frente al belén y ofrecer todo nuestro corazón sin reservas, prometiendo seguirlo enseñanzas que provienen de la cueva de Belén, que nos recuerdan que todo en este mundo es vanidad.