Diario del Padre Pio: 12 de marzo

Perdiendo la Eucaristía

Un joven médico, a principios de la década de 50, fue a confesarse al Padre Pío. Hizo la acusación de sus pecados y permaneció en silencio. El padre Pío preguntó si tenía más que agregar, pero el médico respondió negativamente. Entonces el Padre Pío le dijo al médico "Recuerda que en las vacaciones no puedes perderte ni una sola misa, porque es un pecado mortal". En ese momento, el joven recordó haber "saltado" una cita dominical con la misa, unos meses antes.