Padre Pío confiesa al diablo

Padre Pio fue un famoso santo italiano del siglo XX que dedicó su vida a servir a Dios y ayudar a las personas necesitadas. Pero hay un aspecto de la vida del Padre Pío que es menos conocido: su lucha con el diablo.

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El Padre Pío se enfrentó a la diavolo muchas veces a lo largo de su vida, pero una de las historias más famosas contadas fue la vez que estuvo en el confesionario y se vio obligado a enfrentarse a Satanás. 

Era el Febrero 3 1926 cuando el guardián del convento de San Giovanni Rotondo Va a notar algo extraño, algo inusual. Esta es la historia del padre Tomás de Monte Sant'Angelo.

El padre Tommaso había sido maestro de novicios en Morcone del joven Padre Pío y se convirtió tutor entre 1925 y 1928. Durante ese período una tarde recibió una confidencia del fraile de Pietralcina. Ese día el Padre Pío estaba en la sacristía antigua de la iglesia de Santa Maria delle Grazie y apareció un hombre que quería confesarse.

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La historia del padre Tommaso

Lo confesó en la sacristía, en el reclinatorio cerca de la puertecita que daba a la iglesia. Al final de la confesión ella le estaba dando la santa absolución cuando el impenitente inmediatamente comenzó a temblar, a retorcerse al ser movido por espasmos incontrolados. El hombre dijo que sintió que su alma abandonaba su cuerpo.

De repente el hombre se levanta y huye hacia la iglesia y luego hacia la salida. En ese momento el Padre Pío, asustado y temblando, corre tras él. Entra en la iglesia y no encuentra a nadie, así que sale a la plaza y se encuentra solo. Mujeres 3. Entonces el fraile pregunta a las mujeres si habían visto salir a un hombre, pero las mujeres dijeron que habían estado allí durante media hora y no habían visto salir a nadie.

Padre Pio mortificado, se encuentra con el guardián y le cuenta el episodio que pasó. Por la noche sentado en su habitación, escribe en el diario preguntándose quién podría ser ese hombre. Su suposición era que era un demonio en forma de hombre. Pero se preguntó con qué propósito lo había alcanzado y la única razón que le vino a la mente fue que el diablo había querido asustarlo.