El Padre Pío y la profunda conexión con la espiritualidad navideña

Hay muchos santos representados con el Niño Jesús en brazos, uno entre muchos, San Antonio de Padua, un santo muy conocido representado con el pequeño Jesús en brazos, pero nunca ha habido una conexión similar con Padre Pio y el Niño Jesús. En este cuento exploraremos este tierno aspecto del santo de Pietralcina.

Bebe Jesus

El 24 de diciembre de 1922, Lucia Iadanza, hija espiritual del Padre Pío, decidió pasar la Nochebuena cerca del Padre. Aquella tarde hacía mucho frío y los frailes habían llevado a la sacristía un brasero con fuego para calentar a los presentes. junto a esto braseroJunto a otras tres mujeres, Lucía esperó la medianoche para asistir a la misa que celebraría el Padre Pío.

Las tres mujeres comenzaron a dormitar, mientras Lucía seguía rezando el santo rosario. El Padre Pío bajó de la escalera interior de la sacristía y se detuvo cerca de la ventana. De repente, en un halo de luz, apareció Gesù Bambino y se detuvo en los brazos del santo.

Jesús

Cuando la visión desapareció, el Padre Pío se dio cuenta de que Lucía ella estaba despierta, lo estaba mirando. Se acercó y le preguntó qué había visto. Lucía respondió que lo había visto todo. Entonces el Padre Pío la amonestó y le aconsejó que no digas nada a los demás.

La visión del Niño Jesús en brazos del santo de Pietralcina representó un momento de comunion intima y manifestación de la espiritualidad de santo, que a menudo se asociaba con experiencias y visiones místicas.

Esta historia, transmitida a través de los cuentos de testigos de la época, añade un aspecto de ternura y espiritualidad a la figura del santo, destacando su profunda conexión con la espiritualidad navideña y la misterio de la natividad.

Oración escrita por el Padre Pio

O Espíritu Divino, da movimiento a mi corazón para adorar y amar; ilumina mi intelecto para contemplar la sublimidad del misterio de caridad de un Dios hecho niño; da fuego a mi voluntad, para que pueda calentar con él al que por mí tiembla sobre la paja. Amén