Padre Pío y la presencia constante de su ángel de la guarda.

Desde que el Padre Pío era simplemente un fraile, su vida ha estado siempre acompañada por la presencia delangelo guardián.

Padre Pio

Para el santo, el ángel era una presencia constante, tanto que cuando salía de la casa, no cerraba la puerta y a las personas que le reprochaban les señalaba que su angelito custodiaría la casa.

Un día, su amigo Don Salvatore Patrullo, recibió una carta del Padre Agostino de San Marco in Lamis. Cuando el sacerdote estaba a punto de abrirlo, se detuvo de inmediato, notando que la hoja estaba completamente en blanco, no había ni una palabra. Don Salvatore estaba esperando la respuesta a una pregunta sobre el Padre Pío que se suponía que estaba escrita en esa carta.

El Padre Pío, como si pudiera leer el contenido de la carta, le dijo a su amigo que eran esos villanos. Don Salvatore escribió en secreto al autor de la carta, diciéndole que la información leída por el santo en la hoja blanca era muy precisa.

cielo

¿Quién fue el ángel para el Padre Pío?

Su pequeño amigo de la infancia, su angelito, siempre estuvo ahí para él. Fue el amigo obediente, preciso y puntual que como gran maestro de santidad ejerció en él un estímulo continuo para progresar en el ejercicio de todas las virtudes.

Si por despecho del demonio le llegaban las cartas de su amigo manchadas de tinta, sabía cómo hacerlas legibles, porque el angelito le había sugerido que antes de abrirla la rociara con agua bendita. Cuando recibió una carta escrita en francés, la voz de su ángel se la tradujo.

El ángel de la guarda era el amigo íntimo que por la mañana, después de despertarlo, alababa al señor con él. En los ataques infernales que sufrió el fraile, fue su íntimo amigo quien calmó sus frustraciones. Cuando los ataques del demonio se hicieron cada vez más duros y el Padre Pío tenía ganas de morir, si su ángel tardaba en llegar, le reprochaba duramente, pero le recordaba con su sonrisa que nunca, ni por un segundo, se había alejado. de él.