Papa Francisco: “Pedimos a Dios el valor de la humildad”

Francisco, esta tarde llegó a basílica de san paolo fuori le mura para la celebración de las Segundas Vísperas de la solemnidad de la Conversión de San Pablo Apóstol, al término de la 55 Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos sobre el tema: "En Oriente vimos aparecer su estrella y vinimos aquí para honrarlo".

El Papa Francisco dijo: "El miedo no paraliza el camino hacia la unidad de los cristianos“, Tomando como modelo el camino de los Reyes Magos. "Incluso en nuestro camino hacia la unidad, puede suceder que nos arrestemos por la misma razón que paralizó a esa gente: perturbación, miedo", dijo Bergoglio.

“Es el miedo a la novedad lo que sacude los hábitos y las certezas adquiridas; es el miedo a que el otro desestabilice mis tradiciones y patrones establecidos. Pero, en la raíz, es el miedo que habita en el corazón del hombre, de la que el Señor Resucitado nos quiere librar. Dejemos resonar en nuestro camino de comunión su exhortación pascual: "No tengáis miedo" (Mt 28,5.10). ¡No tenemos miedo de anteponer a nuestro hermano a nuestros miedos! El Señor quiere que confiemos unos en otros y caminemos juntos, a pesar de nuestras debilidades y pecados, a pesar de los errores del pasado y de las heridas mutuas”, añadió el Pontífice.

Luego, el Papa subrayó que, para lograr la unidad de los cristianos, se necesita el coraje de la humildad. “La unidad plena también para nosotros, en la misma casa, sólo puede venir a través de la adoración al Señor. Queridos hermanos y hermanas, la etapa decisiva del camino hacia la plena comunión exige una oración más intensa, la adoración a Dios”, dijo.

“Los Reyes Magos, sin embargo, nos recuerdan que para adorar hay que dar un paso: primero debemos postrarnos. Este es el camino, agacharse, dejar de lado nuestras exigencias para dejar sólo al Señor en el centro. ¡Cuántas veces el orgullo ha sido el verdadero obstáculo para la comunión! Los Magos tuvieron el valor de dejar en casa el prestigio y la reputación, para rebajarse a la pobre casita de Belén; así descubrieron una gran alegría”.

"Agáchate, vete, simplifica: pidamos a Dios este coraje esta noche, el coraje de la humildad, la única forma de llegar a adorar a Dios en la misma casa, en torno al mismo altar”, concluyó el Papa.