El Papa Francisco invita a los fieles a transformar la esperanza en gestos de amor

En su mensaje para la Cuaresma, Francisco invita a los fieles a transformar la esperanza en gestos de amor, junto con la oración y la vida litúrgica y sacramental. Destaca la importancia de los sacramentos de la reconciliación y la Eucaristía, que están en el centro de nuestro proceso de conversión. Al recibir el perdón de Dios, nosotros también nos convertimos en propagadores del perdón, a través de la capacidad de tener un diálogo reflexivo y un comportamiento que reconforte a quienes están heridos.

Francisco

Durante su Cuaresma, el Papa Francisco nos insta a usar las palabras para para fomentarconsolar, fortalecer y estimular a los demás, en lugar de humillarlos, entristecerlos, irritarlos o despreciarlos. A veces, para dar esperanza, basta con ser persona tipo que se preocupan por los demás, dejando de lado las preocupaciones y urgencias personales para prestar atención y Da una sonrisa, una palabra de estímulo o un espacio de escucha.

La esperanza que no decepciona

Un testimonio de esperanza lo ofrece el cardenal Spidlik durante una conferencia sobre "La esperanza que no decepciona". el cuenta la historia historia de una monja que estaba tratando a un paciente con cáncer que sufría mucho. Aunque el paciente afirma que dios no existio, porque si así fuera ella no estaría en esas condiciones, la monja continuó tratándola en silencio.

oración

Un día, el paciente de repente declaró que Dios debe existir. La monja le preguntó cómo había llegado a esa conclusión y la enferma respondió que bien Lo que le hicieron no se podía perder. Esta afirmación resalta que todo bien verdadero que hacemos tiene un valor eterno y es el objeto de la esperanza cristiana. El sacrificio eucarístico, donde ofrecemos nuestra vida como pan en el altar y recibimos la misma recompensa, simboliza nuestra resurrección junto con Cristo. Incluso las pequeñas cosas de cada día pueden convertirse grande en la eternidad.

corazón

El Papa también nos recuerda la contribución de Santa teresa de lisieux, quien descubrió que el único bien verdadero es el amor y que éste se puede realizar en las pequeñas cosas de la vida cotidiana. Estas pequeñas acciones tienen valor eterno y son esperanza para nosotros también.