Hablemos de filosofía "¿El paraíso es de Dios o de Dante?"

DE MINA DEL NUNZIO

El paraíso, descrito por Dante, no tiene una estructura física y concreta porque cada elemento es puramente espiritual.

En su Paraíso, las almas benditas no tienen restricción y se les permite disfrutar de todos los lugares: Dios ya no hace distinciones, los diversos lugares están todos conectados y accesibles. Para mantener una coherencia interna en su narración y poder explicar, incluso filosóficamente, el significado del Paraíso para Dante, cada alma bendita se coloca donde "debería" estar si hubiera lugares fijos para ella.

Las almas se ordenan entonces en siete grupos ordenados según la virtud que les es propia, a saber: espíritus defectuosos, espíritus que trabajan para la gloria terrenal, espíritus amorosos, espíritus sabios, espíritus que luchan por la fe, espíritus justos y espíritus que contemplan. Pero Dante fue el en el cielo? ¿Dante se encontró con Dios? El cielo existe y es nuestra mente.

El cielo es ese lugar que Dios nos prometió, y que Dante solo describió como un buen filósofo.
Todo radica en pensar en la belleza de la vida cristiana, una vida basada en el amor, en el don desinteresado al otro, en la relación espiritual con Dios.

Buscando la vida eterna ¿La vida eterna reside precisamente en buscarla viva y hermosa para la propia vida? Esta no es ya una gran recompensa que podamos decir por tener a Cristo en la mente, en la boca y en el corazón. El cielo se convierte entonces en una recompensa, esta es nuestra mayor fe, podemos superar fácilmente toda tentación eligiendo vivir de inmediato y no tarde siguiendo el camino más seguro del mundo, el del amor de Dios.