¿Por qué mueren los niños? La historia de los ángeles fuertes

¿Por qué mueren los niños? Esta es una pregunta que muchos hombres de fe también se hacen y, a menudo, la fe misma es la primera en colapsar cuando muere un niño. En realidad, hay una razón por la que Dios llama a un niño a sí mismo. Te contaré la historia de los ángeles fuertes.

Dios llama al Arcángel Miguel a sí mismo ante su glorioso trono y le dice “hoy cómo te va de vez en cuando que te ordeno ir a la tierra y tienes que elegir a los niños más bellos, talentosos y fuertes que he creado. Debemos traerlos aquí. Necesitamos ángeles fuertes en nuestro ejército celestial para vencer el mal, ayudar a los necesitados, enriquecer el Paraíso con perlas preciosas ”. Entonces el Arcángel Miguel hace lo que Dios le dice que va a la Tierra y elige algunos niños para llamar a su ejército.

En la tierra, sin embargo, debido al llamado de estos niños al cielo, se viven tragedias de hecho, tienen que pasar por la muerte, lo que hace que sus familias experimenten un fuerte dolor.

Pero estos niños llamados al cielo reciben la espada del gliaccio, la armadura de oro, la gracia y el poder que viene de Dios, el amor y la bondad del Cielo. En definitiva, se convierten en ángeles fuertes al servicio de Dios que hacen temblar a los ángeles rebeldes, en la tierra son guardianes de hombres que tienen una fuerte necesidad de ayuda y tienen una luz divina que irradia para quienes los invocan. En resumen, son ángeles fuertes.

Su fuerza falla solo cuando estos niños del cielo ven llorar a sus padres, abuelos y familiares. No saben qué hacer ante este grito pero estos niños saben por qué murieron, porque Dios los llamó para una misión divina y ellos viven la gloria del Cielo.

Querida mamá, querido papá, que ahora estás viviendo la pérdida de un niño pequeño, estás experimentando el dolor más grande e indescriptible, pero nunca dejes que tu fe falle. Debes saber que solo Dios puede cambiar la creación, así que si tu bebé ahora ha sido llamado al cielo, hay una razón por la que lo sabrás algún día. Añade esperanza a tu dolor. Solo esperando en Dios podrás ver un destello de fe en una tragedia sin ninguna explicación.

ESCRITO POR PAOLO TESCIONE