Pastillas de Fe 8 de febrero "Juan el Bautista, mártir de la verdad"

"Los sufrimientos del momento presente no son comparables con la gloria futura que tendrá que ser revelada en nosotros" (Rom 8,18:XNUMX). ¿Quién no haría todo para obtener tal gloria al convertirse en un amigo de Dios, para regocijarse lo antes posible en compañía de Jesús y recibir la recompensa divina después de los dolores y tormentos de esta tierra?

Es una gloria para los soldados de este mundo regresar triunfante a su tierra natal, después de la victoria sobre sus enemigos. Pero, ¿no es una mayor gloria haber conquistado al diablo y regresar triunfante a ese paraíso del que Adán fue expulsado por su pecado? Y, después de derrotar al que lo había engañado, ¿traer de vuelta el trofeo de la victoria? ¿Ofrecer a Dios como un botín magnífico una fe integral, un valor espiritual impecable, una dedicación encomiable? ... Conviértete en un heredero de Cristo, igual a los ángeles, felizmente regocíjate en el reino celestial con patriarcas, apóstoles, profetas? ¿Qué persecución puede superar tales pensamientos, que nos pueden ayudar a superar la tortura? ...

La tierra nos cierra en prisión con persecuciones, pero el cielo permanece abierto ... ¡Qué honor, qué certeza dejar aquí con alegría, triunfando en medio de tormentos y pruebas! ¡Cierra los ojos que los hombres y el mundo vieron, e inmediatamente vuélvelos a abrir en la gloria de Dios y de Cristo! ... Si la persecución golpea a un soldado tan preparado, no podrá vencer su coraje. E incluso si somos llamados al cielo antes de la pelea, una fe tan preparada no quedará sin recompensa. ... En la persecución, Dios recompensa a sus soldados; en paz premia la buena conciencia.