Una poderosa oración curativa escrita por el padre Emiliano Tardif

(Acostado en las manos)
Señor Jesus,
Creemos que estás vivo y resucitado.
Creemos que estás realmente presente en el Santísimo Sacramento del Altar
y en cada uno de nosotros que creemos en ti.
Te alabamos y adoramos.
Te damos gracias Señor
por venir a nosotros
como vivir pan del cielo.
Hoy queremos presentarte todos nuestros males,
porque eres el mismo ayer, hoy y siempre
y tú mismo únete a nosotros donde estamos.
Eres el presente eterno y nos conoces.
Ahora Señor
Le pedimos que tenga compasión de nosotros.
Visítanos para tu evangelio,
para que todos reconozcan que estás vivo en tu Iglesia hoy
y renovar nuestra fe
y nuestra confianza en ti.
Te lo suplicamos, Jesús:
tener compasión por los sufrimientos de nuestro cuerpo,
de nuestro corazón y alma.
Ten compasión de nosotros, Señor,
danos tu bendición
y hace que podamos recuperar la salud.
Deja que nuestra fe crezca
y eso nos abre a las maravillas de tu amor,
para que también seamos testigos de tu poder
y tu compasión
Te preguntamos, oh Jesús,
por el poder de tus santas heridas,
para tu santa cruz
y por tu preciosa sangre.
Cúranos, Señor.
Cura nuestro cuerpo
cura nuestro corazón
cura nuestra alma
Danos vida, vida en abundancia.
Te pedimos la intercesión
de María Santísima tu Madre,
la Virgen de los Dolores que estuvo presente,
parado junto a tu cruz;
la que fue la primera en contemplar tus santas heridas,
que nos diste por madre.
Nos has revelado que te has hecho cargo
nuestros dolores
y por tus santas heridas fuimos curados.
Hoy, Señor, presentamos todos nuestros males con fe.
y te pedimos que nos sanes por completo.
Te pedimos la gloria del Padre del Cielo,
para sanar a los enfermos de nuestra familia también
y nuestros amigos
Déjalos crecer en fe, en esperanza
y que recuperen su salud,
por la gloria de tu nombre,
para que tu reino continúe extendiéndose más y más en los corazones
a través de los signos y maravillas de tu amor.
Todo esto, oh Jesús,
Te preguntamos por qué eres Jesús.
Tu eres el buen pastor
y todos somos ovejas de tu rebaño.
Estamos tan seguros de tu amor
que incluso antes de conocer el resultado de nuestra oración,
decimos con fe: gracias Jesús, por todo lo que harás por nosotros
y para cada uno de ellos
Gracias por los enfermos que estás sanando ahora,
gracias por aquellos que estás visitando con tu misericordia.