Oración de liberación muy poderosa a María Inmaculada

Oh María Inmaculada, renuevo en tus manos las promesas de mi Bautismo. Renuncia para siempre a Satanás, padre de mentiras, acusador de los hijos de Dios, enemigo de nuestro gozo. Renuncio a sus engaños, sus seducciones y sus obras y me entrego por completo a Jesús, un signo vivo del amor de Dios por mí. Y para ser más fiel a Él, hoy te elijo, Oh María Inmaculada, para mi Madre y Señora. A ti, como hijo, abandono y consagro mi vida, mi familia, mi parroquia. Oh María, siempre deséchame de acuerdo a Tu Corazón y en el último día dame la bienvenida a tus brazos. Preséntame a Jesús, diciendo de mí: "¡Este es mi hijo!". Entonces mi alma se regocijará, mi paraíso comenzará y será un magnifico para Dios contigo, María, mi Madre Inmaculada. Amén.