Oración a Dios para que nos acompañe en todas las estaciones del año.

Ahora, al que puede hacer mucho más abundantemente de lo que pedimos o pensamos, según el poder que obra en nosotros, a él sea gloria en la iglesia y en Cristo Jesús por todas las generaciones, por los siglos de los siglos. Amén. - Efesios 3: 20-21

¿No es interesante cómo al final de cada año calendario, la mayoría de las personas invitan con entusiasmo a la próxima temporada? Parece que la "novedad" de un nuevo año trae anticipación, pero la novedad de una nueva temporada en nuestras vidas provoca sentimientos no deseados. Sentimientos de preocupación, duda, miedo y aprensión. La aprensión de lo que cambiará, el miedo a lo que ya no será y la preocupación por lo que vendrá con el nuevo conjunto de circunstancias que nos esperan. Al entrar en una nueva etapa de la vida, he estado en profunda conversación y oración con el Señor. ¿Qué pasaría si usted, yo y todos los creyentes de todo el mundo hubiéramos iniciado un nuevo comienzo con un corazón lleno de asombro y confianza en el Señor? La maravilla de lo que Dios cambiará, confiando en lo que Dios eliminará y esperando todo lo que Dios producirá en nuestra vida con Sus nuevas circunstancias para nosotros. Si bien esto no nos eximiría de las pruebas, nos prepararía con corazones dispuestos a entregarnos completamente a Él y ver lo que Él hará.

Verás, todo cambia cuando nuestra perspectiva va de la tierra a la eternidad. Nuestros corazones son desafiados, cambiados y formados cuando ponemos nuestra mirada en el Señor y no en lo que nos espera. Pablo nos escribe en Efesios 3:20 que Dios puede, quiere y está haciendo más de lo que podríamos pedir o imaginar. Dios está haciendo cosas que le dan gloria a él y a su iglesia. Si bien hay mucho misterio en ese pasaje, encontramos una promesa poderosa. Una promesa a la que debemos aferrarnos mientras navegamos nuestro tiempo aquí en la tierra. Si el Señor nos promete que hará más de lo que podríamos pedir o imaginar, debemos creerle. Creo profundamente en esta promesa, debemos marcar el comienzo de nuevas temporadas con gran anticipación de lo que Dios hará. Servimos al Dios eterno; El que envió a su hijo para derrotar la tumba, y el que sabe todo acerca de ti y de mí, pero aún nos ama. Por mí, y oro por ustedes, que nuestros corazones deseen estas cosas en las nuevas temporadas por venir: que abierta, voluntariamente y con plena anticipación inauguraremos todo lo que Dios tiene para nosotros. Con esto viene una confianza profunda, una fe firme y una esperanza inquebrantable porque a veces el Señor nos lleva a cosas que parecen difíciles en la tierra, pero que están entrelazadas con una gran recompensa eterna.

Reza conmigo ... Padre Celestial, Al comenzar con la oración para marcar el comienzo de nuevas temporadas con la anticipación de lo que harás, oro por la paz. Oro para que tengamos una perspectiva que fije nuestros ojos en ti y no en el mundo. Guía mi corazón para que te experimente más profundamente, ayúdame a buscarte más intencionalmente y aumenta mi fe confiando en ti con seguridad. En el nombre de Jesús, amén.