Oración a Jesús por un ser querido que está en el Purgatorio

Mi Jesús, por ese copioso sudor de sangre que derramaste en el jardín de Getsemaní, ten piedad de las almas de mis parientes más cercanos que sufren en el Purgatorio. Nuestro padre, Ave María, descanso eterno.

Mi Jesús, por esas humillaciones y esos planes que sufriste en los tribunales hasta que te abofetearon, burlaron e indignaron como un malhechor, ten piedad de las almas de nuestros muertos que en el Purgatorio esperan ser glorificados en tu bendito Reino. Nuestro padre, Ave María, descanso eterno.

Mi Jesús, por esa corona de espinas muy agudas que atravesó tus templos más sagrados, ten piedad del alma más abandonada y sin sufragios, y del alma más distante para ser liberada de los dolores del Purgatorio. Nuestro padre, Ave María, descanso eterno.

Mi Jesús, por esos dolorosos pasos que diste con la cruz sobre tus hombros, ten piedad del alma más cercana a salir del Purgatorio; y por los dolores que sentiste junto con tu Santísima Madre al encontrarte en el camino al Calvario, libre de los dolores del Purgatorio, las almas que se dedicaron a esta querida Madre. Nuestro padre, Ave María, descanso eterno.

Jesús mío, por tu santísimo cuerpo tendido en la cruz, por tus santos pies y manos perforados con uñas duras, por tu cruel muerte y por tu lado más sagrado abierto por la lanza, usa la misericordia y la misericordia entre esas pobres almas. Libéralos de los dolores insoportables que sufren y admítelos en el cielo. Nuestro padre, Ave María, descanso eterno.