Oración nocturna por un caso imposible para uno mismo y para los demás.

“Jesús, creo firmemente que sabes todo, puedes hacer todo y quieres nuestro mayor bien para todos. Ahora, por favor, acércate a este hermano mío que está angustiado y sufriendo. Te sigo en adoración con mi corazón y con mi Ángel Guardián. Pon tu sagrada mano sobre su cabeza, haz que sienta los latidos de tu corazón, deja que experimente tu inefable amor, revélele que tu Divino Padre también es su Padre y que los dos siempre lo han amado y siempre lo son para él. Estuvo cerca, incluso cuando no pensaba en ti y no te amaba tanto como tenía que hacerlo. Jesús, asegúrale que no hay nada que temer, y que cada problema y angustia se pueden resolver con tu ayuda omnipotente y con tu insondable amor. Jesús, abrázalo, consuélalo, libéralo, cúralo, especialmente en esa área y de ese mal, de ese sufrimiento que sufre. Amén. Mi Señor Jesús, gracias por tu amor inagotable. Gracias, porque nunca fallas en tus promesas. Gracias por tus maravillosas bendiciones. Gracias porque eres nuestro Dios, nuestra verdadera alegría, nuestro Todo. ¡Amén!"

Esta oración se dice de la noche porque puede recitarse para una persona mientras duerme. Hay muchos testimonios de que esta oración ha dado excelentes resultados. Invocamos el poder de Jesús para que pueda actuar sobre la persona por la que estamos orando. Esta oración también se puede decir por uno mismo antes de acostarse. No espere resultados el primer día, pero debe hacerse con perseverancia y fe hacia Aquel que es el Redentor del mundo. Jesús que libera y sana también intervendrá en tu vida.