Oración a Jesús Eucaristía que santifica, cura, libera ...

¡Sálvame, Señor, con tu presencia eucarística!
Con tu santísima presencia, sálvame de un mundo tan complaciente con el pecado.
Con tu presencia llena de amor, sálvame de mi egoísmo y de recurrir a mí mismo.
Con tu pura presencia, sálvame de cada pensamiento, de cada deseo impuro.
Con tu presencia que irradia bondad, sálvame de la severidad en mis juicios y actitudes.
Con tu dulce y pacífica presencia, sálvame de la violencia de mis pasiones.
Con tu presencia sonriente, sálvame de toda malicia y rigidez.
Con tu presencia infaliblemente fiel, sálvame de mis inconstancias y mis infidelidades.
Con su presencia segura y estable, sálvame de mi fragilidad y mi debilidad.
Con tu presencia vigilante, sálvame de mis imprudencias y mi ligereza.
Con tu presencia contemplativa, sálvame de mis agitaciones y mis disipaciones.
Para salvarme, haz que tu presencia penetre profundamente en mí, hasta el fondo de mi corazón.

Para ser recitado todos los días con fe ... ¡hace milagros!