"Oración que liberará a muchas almas del Purgatorio" ... incluso nuestros seres queridos

ORACIONES DE SUFRAGIO POR LAS ALMAS SANTAS DEL PURGATORIO

Una oración corta pero efectiva.

¡Oh María, Madre de Dios, derrama sobre toda la humanidad el río de gracias que fluye de Tu amor ardiente, ahora y en la hora de nuestra muerte! Amén.

Oración que liberará a muchas almas del Purgatorio.

Padre Eterno, te ofrezco la Sangre más preciosa de Tu Divino Hijo, Jesús, en unión con todas las Misas celebradas hoy en el mundo, en sufragio de todas las almas santas del Purgatorio, para los pecadores de todo el mundo, para los pecadores de la Iglesia. Universal, de mi entorno y mi familia. Amén.

Oración por sus padres fallecidos

Señor Dios, que nos ordenó honrar a nuestros padres, ten piedad de las almas de mi padre y mi madre. ¡Perdónales sus pecados y déjame verlos algún día en la alegría de la Luz Eterna! Por Cristo nuestro Señor. Amén.

Oración por un alma en particular.

Padre Eterno Todopoderoso, en Tu bondad paterna, ten compasión de Tu siervo ... Tú que lo llamaste a este mundo, purifícalo de sus pecados, llévalo al Reino de Luz y Paz, en la Asamblea de los Santos y entrégalo. Es parte de la alegría eterna. Por esto te rogamos. Por Cristo nuestro Señor. Amén.

¡Dios, Creador y Salvador de todos los fieles, perdona los pecados de las almas de Tus siervos! Que reciban, a través de nuestras buenas oraciones, el perdón que tanto desean. Amén.

Oración por la misa de los muertos

Oh Señor, siempre disfrutas derramando tu misericordia y tus gracias. Por esta razón, nunca dejaré de pedirte que mires las almas de los que llamaste desde este mundo. No los dejes a merced del enemigo y nunca los olvides. Ordena a tus ángeles que los lleven y los lleven a su hogar celestial. Esperaban en ti, creían en ti. No dejes que sufra los dolores del Purgatorio, sino que disfrutes de la alegría eterna. Por Cristo nuestro Señor. Amén.

Oración por las almas más olvidadas del Purgatorio.

Jesús, por la agonía mortal que sufriste en el Jardín de Getsemaní, por los dolores muy amargos que sufriste durante la Flagelación y la Coronación de la Columna, durante la subida al Monte Calvario, durante Tu Crucifixión y Muerte, ten piedad ¡Almas del Purgatorio y, en particular, de las almas más olvidadas! ¡Libéralos de sus tormentos, llámalos a ti y dales la bienvenida a tus brazos en el cielo! Padre nuestro ... Ave María ... Requiem aeternam ... Amén.

Esta oración es de gran alivio para las almas dolorosas.

Oh Nuestro Señor Jesucristo, por la Sangre Divina que derramaste por el terror mortal que experimentaste en el Jardín de Getsemaní, te suplico que liberes las almas de Tus fieles, especialmente las más olvidadas, de los tormentos de las llamas del Purgatorio y llévalos al lugar que has preparado para ellos en Tu Esplendor para que puedan glorificarte y alabarte para siempre. Nuestro padre ... Ave María ... hombres.

Oh Nuestro Señor Jesucristo, por la Sangre Divina que derramaste durante la cruel Flagelación que sufriste, te suplico que liberes las almas de Tus fieles, especialmente aquellos que están cerca de abandonar el exilio, y que los guíes a Tu presencia para que puedan glorificarte y alabarte para siempre. Padre nuestro ... Ave María ... Amén.

Oh Nuestro Señor Jesucristo, por la Sangre Divina que derramaste durante la dolorosa Coronación de Espinas que te infligí, te suplico que liberes todas las almas de los fieles que han muerto de la prisión de Expiación de Purga-thorium, especialmente las almas que deberían permanecer más. por mucho tiempo, y llevarlos al Consorcio Bendito de los Elegidos para que puedan glorificarte y alabarte para siempre. Padre nuestro ... Ave María ... Amén.

Oh Nuestro Señor Jesucristo, por la Sangre Divina que derramaste durante Tu terrible Crucifixión, te suplico que liberes las almas de los fieles difuntos, especialmente las almas de mi padre, mi madre, mis hermanos, mis hermanas, mis parientes y de mis benefactores y llevarlos al Gozo Eterno para que puedan glorificarte y alabarte para siempre. Padre nuestro ... Ave María ... Amén.

Oh Nuestro Señor Jesucristo, por la Sangre Divina que derramaste de Tu Santo Costo, te suplico que liberes a todas las almas del Purgatorio, especialmente las almas de aquellos que en la vida fueron los más devotos de la Bienaventurada Virgen María, y que los lleves a Tu Gloria. Eterno para que puedan glorificarte y alabarte para siempre Padre nuestro ... Ave María ... Amén.