Oración en dificultades, prueba y desesperación.

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Oración en las dificultades de la vida.
Oh Dios todopoderoso y misericordioso
refresco en fatiga, apoyo en dolor, consuelo en lágrimas,
escuche la oración, que consciente de nuestros defectos, le dirigimos a usted:
salvarnos de la angustia presente
y danos un refugio seguro en tu misericordia.
Por Cristo nuestro Señor.
Amén.

Padre todopoderoso y misericordioso
mira nuestra dolorosa condición:
consuela a tus hijos y abre nuestros corazones a la esperanza,
porque sentimos tu presencia como padre entre nosotros.
Por Cristo nuestro Señor.
Amén.

Oh Señor, ahora ese dolor, tristeza y temor
pesa sobre mi corazón, guíame -con la claridad de la fe-
para encontrar ayuda y consuelo en ti.
Que el Espíritu Santo mantenga la certeza de ser tu hijo en mí.
ayudándome a aceptar todos los eventos de tu mano.
Convénceme de que Tú, Padre, haz que sirvan a mi bien y,
respetando la libertad humana, siempre deriva el bien del mal.
Déjame encontrar una respuesta en la certeza de tu amor
a esas preguntas que van más allá de la sabiduría humana.
Puedo sentir, en mi doloroso camino,
tu paso seguro que no me abandonará.
Creo en ti, oh Señor, porque eres la verdad.
Espero en ti porque eres fiel.
Te amo porque eres bueno

Oración en los días de prueba
Oh mi Jesús
apóyame cuando lleguen los días
pesado y difícil
los días de prueba y lucha
cuando sufre y fatiga
pueden comenzar a oprimir
mi cuerpo y mi alma

Apóyame Jesús
y dame la fuerza para soportar
sufrimientos y contrariedades.

Pon un centinela en mis labios
porque no sales
ninguna palabra de queja
hacia tus criaturas.

Toda mi esperanza
Es tu corazón misericordioso.
Mi unica defensa
Es tu misericordia.
Toda mi confianza está en eso.

Amén.

Oración en desesperación
Señor, tengo un alma llena de amargura
y arriesgarse a ser abrumado
de la desesperación
Dame la fuerza para aceptar
este sufrimiento que me hace participar
de tu pasión y tu dolor.

Y si en un instante de debilidad
un gesto de revuelta debería escapar de mí
protestando mi inocencia
recuérdame, oh Señor, que tú mismo
siendo infinitamente bueno
Has sido crucificado.

Renueva mi coraje
para lidiar con lo que reservo
la misteriosa ley del dolor
che giorno dopo giorno
se está restaurando en el mundo
la fuerza para vivir y esperar