Oración al Padre Pio por curación física y espiritual.

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La oración del Padre Pio sobre la curación es antes del cuerpo y solo después del alma, pero los dos nunca se separan por el hermano de Pietrelcina, porque aparentemente, incluso si prefiere el primer estado, nunca son incompatibles en nuestro íntimo. Así es como comienza y termina la oración.

Señor Jesús, creo que estás vivo y resucitado. Creo que estás realmente presente en el Santísimo Sacramento del altar y en cada uno de nosotros que creemos en ti. Te alabo y te amo. Te agradezco, Señor, por venir a mí como un pan vivo que descendió del cielo. Eres la plenitud de la vida, eres la resurrección y la vida, Señor, eres la salud de los enfermos. Hoy quiero presentar todos mis males, porque tú eres el mismo ayer, hoy y siempre y tú mismo te unes a mí donde estoy. Eres el presente eterno y me conoces. Ahora, Señor, te pido que tengas compasión por mí. Visítame para tu evangelio, para que todos reconozcan que estás vivo en tu iglesia hoy; y renuevo mi fe y mi alma. Ten compasión por los sufrimientos de mi cuerpo, mi corazón y mi alma. Ten piedad de mí, Señor, bendíceme y haz que recupere mi salud. Que mi fe crezca y me abra a las maravillas de su amor, para que también sea testigo de su poder y compasión. Te pido, Jesús, el poder de tus santas heridas para tu Santa Cruz y tu Preciosa Sangre. ¡Cúrame, Señor! Cúrame en el cuerpo, cúrame en el corazón, cúrame en el alma. Dame vida, vida en abundancia. Te pido por intercesión a María Santísima, tu Madre, la virgen de los dolores, que estuvo presente, de pie, en tu cruz; quien fue el primero en contemplar tus santas heridas, y a quién nos diste como Madre. Nos has revelado que hemos asumido nuestros dolores y que por tus santas heridas hemos sido curados. Hoy, Señor, presento todos mis males con fe y te pido que me sanes por completo. Para la gloria del Padre en el cielo, te pido que también sanes los males de mi familia y amigos. Déjelos crecer en fe, esperanza y recuperar salud para la gloria de su nombre. Porque tu reino continúa extendiéndose más y más en los corazones a través de las señales y maravillas de tu amor. Todo esto, Jesús, te pregunto porque eres Jesús, eres el Buen Pastor y nosotros somos las ovejas de tu rebaño. Estoy tan seguro de tu amor que incluso antes de conocer el resultado de mi oración, te digo con fe: gracias, Jesús, por todo lo que harás por mí y por cada uno de ellos. Gracias por las personas enfermas que estás sanando ahora, gracias por aquellos que estás visitando con tu Misericordia.

Esta es la oración por la curación física del Padre Pío, llena de participación, compasión por los pecados de sus fieles y de los demás, por la situación física de los enfermos, que al Padre le importaba tanto poder encontrar las estructuras para curar. Todo es "accesible" para cualquiera en la comprensión y pasión de orar, así como en la pena de pedir ayuda al Señor. Todo esto es la firma de un verdadero santo.