Lo que el Ángel Guardián le hizo al Padre Pío y cómo lo ayudó

El Ángel Guardián ayudó al Padre Piadoso en la lucha contra Satanás. En sus cartas encontramos este episodio del cual escribe el Padre Pío: «Con la ayuda del buen ángel, esta vez triunfó sobre el diseño pérfido de esa pierna; Su carta ha sido leída. El angelito me había sugerido que al llegar su carta la había rociado con agua bendita antes de abrirla. Así lo hice con tu último. Pero, ¿quién puede decir 1ra ira barba azul? le gustaría terminarme a cualquier precio. Él se está poniendo todas sus artes diabólicas. Pero seguirá siendo aplastado. El angelito me asegura, y el paraíso está con nosotros. La otra noche se me presentó con el disfraz de nuestro padre, enviándome una orden muy estricta del padre provincial de no escribirte más, porque es contrario a la pobreza y un serio impedimento para la perfección. Confieso mi debilidad, mi padre, lloré amargamente creyendo que esto era una realidad. Y nunca podría haber sospechado, incluso débilmente, que se tratara de una trampa de barba azul, si el angelito no me hubiera revelado el engaño. Y solo Jesús sabe que le llevó convencerme. El compañero de mi infancia trata de aliviar los dolores que me afligen con estos apóstatas impuros, acunando mi espíritu en un sueño de esperanza "(Ep. 1, p. 321).

El Ángel Guardián le explicó al Padre Pio el idioma francés que el Padre Pio no había estudiado: "Quítame, si es posible, una curiosidad. ¿Quién te enseñó francés? ¿Cómo es que, mientras antes no te gustaba, ahora te gusta? "(Padre Agostino en la carta del 20-04-1912).

El Ángel Guardián también tradujo el griego desconocido al Padre Pio. «¿Qué dirá tu ángel sobre esta carta? Si Dios quiere, tu ángel podría hacerte entenderlo; si no, escríbeme ». Al final de la carta, el párroco de Pietrelcina escribió este certificado:

«Pietrelcina, 25 de agosto de 1919.
Testifico aquí, bajo la santidad del juramento, que el Padre Pío, después de recibir esto, literalmente me explicó el contenido. Cuando le pregunté cómo pudo haberlo leído y explicado, sin saber siquiera el alfabeto griego, respondió: ¡Lo sabes! El ángel guardián me explicó todo.

De las cartas del Padre Pío se sabe que su Ángel Guardián lo despertaba cada mañana para disolver juntos las alabanzas de la mañana al Señor:
«Por la noche, incluso cuando cierro los ojos, veo el velo más bajo y el paraíso abierto; y contento por esta visión, duermo en una sonrisa de dulce dicha en los labios y con perfecta calma en la frente, esperando que mi pequeño compañero de mi infancia se despierte y así disuelva las alabanzas de la mañana para el deleite de nuestros corazones "(Ep. 1, p. 308).