Esta es una de las oraciones más poderosas por las gracias recibidas.

1. Te pido, Santa Madre, esa sangre pura, inocente y bendecida que Jesús derramó en su circuncisión a la tierna edad de solo ocho días.
Ave Maria, etc.
Oh Virgen María, por los méritos de la preciosa Sangre de tu divino Hijo, intercede por mí ante el Padre celestial.
2. Te pido, oh Santísima María, por esa sangre pura, inocente y bendita que Jesús vertió abundantemente en la agonía del jardín.
Ave Maria, etc.
Oh Virgen María, por los méritos de la preciosa Sangre de tu divino Hijo, intercede por mí ante el Padre celestial.
3. Te ruego, oh Santísima María, por esa sangre pura, inocente y bendita que Jesús vertió copiosamente cuando, despojado y atado a la columna, fue azotado cruelmente.
Ave Maria, etc.
Oh Virgen María, por los méritos de la preciosa Sangre de tu divino Hijo, intercede por mí ante el Padre celestial.
4. Te pido, Santísima Madre, esa sangre pura, inocente y bendecida que Jesús derramó de su cabeza cuando fue coronado con espinas espinosas.
Ave Maria, etc.
Oh Virgen María, por los méritos de la preciosa Sangre de tu divino Hijo, intercede por mí ante el Padre celestial.
5. Te pregunto, Santa María, por esa Sangre pura, inocente y bendecida que Jesús derramó llevando la cruz en el camino al Calvario y especialmente por esa Sangre viva mezclada con lágrimas que derramaste acompañándolo al sacrificio supremo.
Ave Maria, etc.
Oh Virgen María, por los méritos de la preciosa Sangre de tu divino Hijo, intercede por mí ante el Padre celestial.
6. Te ruego, Santísima María, por esa sangre pura, inocente y bendecida que Jesús derramó de su cuerpo cuando fue despojado de su ropa, esa misma sangre que derramó de sus manos y pies cuando estaba atrapado en la cruz con uñas muy duras y penetrantes. Le pido sobre todo la Sangre que derramó durante su agonía amarga e insoportable.
Ave Maria, etc.
Oh Virgen María, por los méritos de la preciosa Sangre de tu divino Hijo, intercede por mí ante el Padre celestial.
7. Escúchenme, la más pura Virgen y Madre María, por esa dulce y mística Sangre y agua que salió del costado de Jesús cuando su Corazón fue atravesado por la lanza. Por esa sangre pura concédeme, oh Virgen María, la gracia que te pido; por esa Sangre más preciosa, que amo profundamente y que es mi bebida en la mesa del Señor, escúchame o compasiva y dulce Virgen María.
Ave Maria, etc.
Oh Virgen María, por los méritos de la preciosa Sangre de tu divino Hijo, intercede por mí ante el Padre celestial.
Todos los ángeles y santos del Paraíso, que contemplan la gloria de Dios, unen sus oraciones a las de la querida Madre y Reina María Santísima y obtienen del Padre Celestial la gracia que pido por los méritos de la preciosa Sangre de nuestro divino Redentor. Apelo también a ustedes, Almas Santas en el purgatorio, para que recen por mí y le pidan al Padre Celestial la gracia que le suplico por esa Sangre muy preciosa que mi y su Salvador derramaron de sus heridas más sagradas.
También para ti ofrezco al Padre eterno la Sangre más preciosa de Jesús, para que puedas disfrutarla plenamente y alabarla para siempre en la gloria del cielo cantando: “Nos has redimido, oh Señor, con tu Sangre y nos has hecho un reino para nuestro Dios". Amén.
Oh buen y amable Señor, dulce y misericordioso, ten piedad de mí y de todas las almas, tanto vivas como fallecidas, a quienes has redimido con tu preciosa Sangre. Amén.
Bendita sea la Sangre de Jesús ahora y siempre.

RECÍTELO A MENUDO INCLUSO EN FORMA DE NOVENA