Esta oración es muy poderosa para los Ángeles por la protección de las fuerzas oscuras.

Señor, envía a todos los santos ángeles y arcángeles. Envía al santo Arcángel Miguel, al santo Gabriel, al santo Rafael, para que tu siervo, Tú que lo moldeas, a quien le diste un alma y por el que te dignaste a derramar Tu sangre, esté presente y defienda y proteja. Protégelo, ilumínalo cuando esté despierto, cuando duerma, hazlo tan tranquilo y seguro de cualquier manifestación diabólica, que ningún ser que tenga poder maligno pueda entrar en él. Tampoco te atrevas a ofender o herir tu alma, tu cuerpo, tu espíritu o aterrorizarlos o hacerle cosquillas con la tentación.

Consagración al Ángel Guardián

Oh mi ángel guardián, el buen Padre te ha elegido desde la eternidad como compañero, guardián, protector de mi persona.
Desde mi concepción me cuidas y, sin dejar de contemplar el rostro de Dios, me sigues, me proteges, me proteges.
Hoy, (nombre) ante Dios Uno y Trino, en presencia de la Virgen María Madre de Jesús y mi Madre y de todos los ángeles y santos, voluntariamente me consagro a ti, comprometiéndome a escucharte y obedecerte.
Con su ayuda, prometo ser siempre fiel al Padre en el cielo, a Jesús el Hijo de Dios y mi Salvador y Señor, al Espíritu Santo mi consolador y santificador.
También prometo ser devoto de María, mi madre y mi reina, y mi modelo de vida. También prometo ser tu amigo, escuchando obedientemente tus inspiraciones, para que tu defensa de los peligros internos y externos sea más efectiva y evite mi mal espiritual y también material.
Me apoyas en el compromiso del bien en todas sus formas y ocasiones.
y ayúdame a rechazar todo tipo de maldad.
Respaldado por tu acción fraterna, ¿puedo evitar el infierno?
y alcanzar la gloria que ya te ha sido otorgada. Amén.

ORACIÓN A SAN MICHELE ARCANGELO

San Miguel Arcángel
defiéndenos en la batalla
contra las trampas y la maldad del diablo,
Se nuestra ayuda.

Te pedimos mendigando
que el Señor lo ordene.

Y tú, príncipe de la milicia celestial,
con el poder que viene de Dios
conducir a Satanás y los otros espíritus malignos de regreso al infierno,
quienes deambulan por el mundo a la perdición de las almas.
Amén