¿Está mal recibir la Comunión en la mano? Seamos claros

Durante el último año y medio, en el contexto de la Pandemia de COVID-19, se ha reavivado una controversia sobre la recibiendo la comunión en la mano.

Aunque el Comunión en la boca Es un gesto de inmensa reverencia y la forma que se ha establecido como norma para recibir la Eucaristía, la Comunión en la mano - lejos de ser una novedad reciente - forma parte de la tradición de los primeros siglos de la Iglesia.

Además, se anima a los católicos a seguir el consejo evangélico deobediencia a cristo ya él a través del Santo Padre y los obispos. Una vez que el episcopado concluye que algo es lícito, los fieles deben estar seguros de que están haciendo lo correcto.

En un documento publicado en el Conferencia de los obispos mexicanos, el difunto sacerdote salesiano José Aldazabal explica estos y otros aspectos de la liturgia eucarística.

Durante los primeros siglos de la Iglesia, la comunidad cristiana vivió naturalmente el hábito de recibir la Comunión en la mano.

La evidencia más clara al respecto, además de las pinturas de la época que representan esta práctica, es el documento de San Cirilo de Jerusalén redactado en el siglo IV que dice:

"Cuando te acerques a recibir el Cuerpo del Señor, no te acerques con las palmas de las manos extendidas ni con los dedos abiertos, sino haciendo de tu mano izquierda un trono para tu derecha, donde se sentará el Rey. Con el hueco de tu Recibes el Cuerpo de Cristo y respondes Amén… ”.

Siglos más tarde, a partir de los siglos VII y VIII, comenzó a establecerse la práctica de recibir la Eucaristía en la boca. Ya en el siglo IX, los consejos regionales habían establecido este gesto como la forma oficial de recibir el sacramento.

¿Qué razones hubo para cambiar la práctica de recibir la Comunión en la mano? Al menos tres. Por un lado, el miedo a la profanación de la Eucaristía, que así podría caer en manos de alguien con el alma mala o que no se preocupa lo suficiente por el Cuerpo de Cristo.

Otra razón fue que se juzgó que la comunión en la boca era la práctica que más mostraba respeto y veneración por la Eucaristía.

Luego, en este período de la historia de la Iglesia, surge una nueva sensibilidad en torno al papel de los ministros ordenados, en contraste con los fieles. Se ha comenzado a considerar que las únicas manos que pueden tocar la Eucaristía son las sacerdotales.

En 1969, la Congregación para el culto divino instituyó la Instrucción "Monumento a Domini". Allí se reafirmó la práctica de recibir la Eucaristía en la boca como la oficial, pero permitió que en áreas donde el Episcopado lo considerara oportuno con más de dos tercios de los votos, pudiera dejar a los fieles la libertad de recibir la Comunión en el mano.

Así, con estos antecedentes y ante el surgimiento de la pandemia COVID-19, las autoridades eclesiásticas han establecido provisionalmente la recepción de la Eucaristía en mano como la única adecuada en este contexto.