Piensa hoy cuando te permites convertirte en un completo esclavo de Dios

Cuando Jesús lavó los pies de los discípulos, les dijo: "En verdad, en verdad os digo que ningún esclavo es más grande que su amo ni un mensajero más grande que el que lo envió". JUAN 13:16

Si leemos entre líneas, podemos escuchar a Jesús diciéndonos dos cosas. Primero, que es agradable vernos a nosotros mismos como esclavos y mensajeros de Dios, y segundo, que siempre debemos darle gloria a Dios. Estos son puntos importantes para vivir en la vida espiritual. Echemos un vistazo a ambos.

Normalmente, la idea de ser un "esclavo" no es tan deseable. No conocemos la esclavitud en nuestros días, pero es real y ha causado daños extremos en la historia de nuestro mundo en muchas culturas y en muchas ocasiones. La peor parte de la esclavitud es la crueldad con la que se trata a los esclavos. Son tratados como objetos y propiedades que son completamente contrarios a su dignidad humana.

Pero imagine el escenario en el que una persona es esclavizada por aquellos que lo aman perfectamente y tiene la misión principal de ayudar al "esclavo" a realizar su verdadero potencial y realización en la vida. En este caso, el amo "ordenaría" al esclavo que abrazara el amor y la felicidad y nunca violaría su dignidad humana.

Así es con Dios. Nunca debemos temer la idea de ser esclavos de Dios. Aunque este lenguaje puede llevar equipaje de los abusos de la dignidad humana del pasado, la esclavitud de Dios debería ser nuestro objetivo. ¿Porque? Porque Dios es lo que debemos desear como nuestro maestro. De hecho, deberíamos desear a Dios como nuestro maestro incluso más de lo que deseamos ser nuestro maestro. ¡Dios nos tratará mejor que a nosotros mismos! Nos dictará una vida perfecta de santidad y felicidad y nos someteremos humildemente a su voluntad divina. Además, nos dará los medios necesarios para lograr todo lo que nos requiera si lo permitimos. Ser un "esclavo de Dios" es algo bueno y debería ser nuestra meta en la vida.

A medida que crecemos en nuestra capacidad de dejar que Dios tome el control de nuestras vidas, también debemos adoptar regularmente una actitud de acción de gracias y alabanza de parte de Dios por todo lo que hace en nosotros. Debemos mostrarle toda la gloria por permitirnos compartir su misión y por ser enviado por él a hacer su voluntad. Es más grande en todos los sentidos, pero también quiere que compartamos esa grandeza y gloria. Entonces, la buena noticia es que cuando glorificamos y agradecemos a Dios por todo lo que hace en nosotros y todos los dictados de su ley y mandamientos, ¡seremos elevados por Dios para participar y compartir su gloria! Este es un fruto de la vida cristiana que nos bendice más allá de lo que podríamos inventar con nosotros mismos.

Piensa hoy cuando te permitas convertirte en un completo esclavo de Dios y su voluntad hoy. Este compromiso te hará comenzar un camino de gran alegría.

Señor, me someto a todos tus comandos. Que se haga tu voluntad en mí y solo tu voluntad. Te elijo como mi Maestro en todo y confío en tu amor perfecto por mí. Jesús, creo en ti.