Reflexiona hoy si solo te inspiran los mártires o si realmente los imitas

Jesús dijo a sus discípulos: "De cierto os digo que quien me reconozca ante otros, el Hijo del Hombre lo reconocerá ante los ángeles de Dios. Pero quien me niegue ante otros, será negado ante los ángeles de Dios". Lucas 12: 8-9

Uno de los mayores ejemplos de quienes reconocen a Jesús antes que los demás es el de los mártires. Mártir tras mártir a lo largo de la historia ha dado testimonio de su amor por Dios al permanecer firmes en su fe a pesar de la persecución y la muerte. Uno de estos mártires fue San Ignacio de Antioquía. A continuación se muestra un extracto de una famosa carta que San Ignacio escribió a sus seguidores cuando fue arrestado y se dirigía al martirio al ser alimentado a los leones. El escribio:

Escribo a todas las iglesias para hacerles saber que con mucho gusto moriré por Dios si no me lo impiden. Te lo ruego: no me muestres bondad prematura. Déjame ser comida para las fieras, porque son mi camino hacia Dios, soy el grano de Dios y seré molido con sus dientes para convertirme en el pan puro de Cristo. Ore a Cristo por mí para que los animales sean el medio para convertirme en una víctima sacrificada por Dios.

Ningún placer terrenal, ningún reino de este mundo puede beneficiarme de ninguna manera. Prefiero la muerte en Cristo Jesús al poder en los confines de la tierra. El que murió en lugar de nosotros es el único objeto de mi investigación. El que ha resucitado por nosotros es mi único deseo.

Esta declaración es inspiradora y poderosa, pero aquí hay una idea importante que podría perderse fácilmente al leerla. La intuición es que nos es fácil leerlo, asombrarnos de su valentía, hablar de él a los demás, creer en su testimonio, etc ... pero no dar un paso adelante para hacer nuestra esa misma fe y valentía. Es fácil hablar de los grandes santos e inspirarse en ellos. Pero es muy difícil imitarlos realmente.

Piense en su vida a la luz del pasaje del Evangelio de hoy. ¿Reconoce libre, abierta y plenamente a Jesús como su Señor y Dios ante los demás? No tienes que andar siendo una especie de cristiano "descarado". Pero debes dejar brillar fácil, libre, transparente y completamente tu fe y amor por Dios, especialmente cuando es incómodo y difícil. ¿Dudas en hacer esto? Lo más probable es que sí. Lo más probable es que todos los cristianos lo hagan. Por eso, San Ignacio y los demás mártires son excelentes ejemplos para nosotros. Pero si solo quedan ejemplos, su ejemplo no es suficiente. Debemos vivir su testimonio y convertirnos en el próximo San Ignacio en el testimonio que Dios nos llama a vivir.

Reflexiona hoy si solo te inspiran los mártires o si realmente los imitas. Si es lo primero, ore para que su testimonio inspirador produzca un cambio poderoso en su vida.

Señor, gracias por el testimonio de los grandes santos, especialmente de los mártires. Que su testimonio me permita vivir una vida de santa fe a imitación de cada uno de ellos. Te escojo, querido Señor, y te reconozco, en este día, ante el mundo y sobre todo. Dame la gracia de vivir este testimonio con valentía. Jesús, creo en ti.