Reflexione, hoy, tanto en su fe en todo lo que Dios ha dicho

“Los sirvientes salieron a las calles y recogieron todo lo que encontraron, tanto bueno como malo, y el salón se llenó de invitados. Pero cuando el rey entró para recibir a los invitados, vio a un hombre que no vestía el traje de novia. Le dijo: "Amigo mío, ¿cómo es que llegaste aquí sin un vestido de novia?" Pero fue silenciado. Entonces el rey dijo a sus sirvientes: "Átenlo de pies y manos y arrójenlo a la oscuridad de afuera, donde habrá llanto y crujir de dientes". Muchos están invitados, pero pocos son los elegidos. "Mateo 22: 10-14

Esto puede resultar bastante impactante al principio. En esta parábola, el rey ha invitado a muchos a la fiesta de bodas de su hijo. Muchos rechazaron la invitación. Luego envió a sus sirvientes a recoger a quienes quisieran venir y el salón se llenó. Pero cuando entró el rey, había uno que no llevaba el traje de novia y podemos ver lo que le pasa en el pasaje de arriba.

Nuevamente, a primera vista esto puede resultar un poco impactante. ¿Realmente este hombre merecía ser atado de pies y manos y arrojado a la oscuridad donde gemían y rechinaban los dientes solo porque no llevaba la ropa adecuada? Ciertamente no.

Entender esta parábola requiere que entendamos el simbolismo del vestido de novia. Esta prenda es el símbolo de los que están vestidos de Cristo y, en particular, de los que, por tanto, están llenos de caridad. Hay una lección muy interesante que aprender de este pasaje.

Primero, el hecho de que este hombre estuviera en el banquete de bodas significa que ha respondido a la invitación. Esta es una indicación de fe. Por tanto, este hombre simboliza al que tiene fe. En segundo lugar, la falta de un vestido de novia significa que es alguien que tiene fe y cree todo lo que Dios dice, pero no ha permitido que esa fe penetre en su corazón y alma hasta el punto de producir una verdadera conversión y , por tanto, verdadera caridad. Es la falta de caridad en el joven lo que lo condena.

Lo interesante es que es posible que tengamos fe, pero que nos falte la caridad. Fe es creer lo que Dios nos revela. ¡Pero hasta los demonios creen! La caridad requiere que la abracemos por dentro y dejemos que transforme nuestras vidas. Este es un punto importante de entender porque a veces podemos luchar con esta misma situación. A veces podemos encontrar que creemos en el nivel de la fe, pero no lo estamos viviendo. Ambos son necesarios para una vida de auténtica santidad.

Reflexione, hoy, tanto en su fe en todo lo que Dios ha dicho, como en la caridad que ojalá produzca en su vida. Ser cristiano significa dejar que la fe fluya de la cabeza al corazón y de la voluntad.

Señor, que tenga una fe profunda en ti y en todo lo que has dicho. Que esa fe penetre en mi corazón produciendo amor por Ti y por los demás. Jesús, creo en ti.