Reflexione hoy sobre cuán profunda y sostenible es su fe

Jesús convocó a sus doce discípulos y les dio autoridad sobre los espíritus inmundos para expulsarlos y curar cada enfermedad y cada enfermedad. Mateo 10: 1

Jesús da a sus apóstoles la autoridad sagrada. Han podido expulsar demonios y curar a los enfermos. También ganaron muchos conversos a Cristo con su predicación.

Es interesante observar este carisma extraordinario que los apóstoles tuvieron que actuar milagrosamente. Es interesante porque no vemos que esto suceda a menudo hoy. Sin embargo, en los primeros días de la Iglesia, los milagros parecen haber sido bastante comunes. Una razón para esto es que Jesús hizo una declaración real al principio para poner las cosas en marcha. Los milagros que hizo y los de sus apóstoles fueron signos poderosos del poder y la presencia de Dios. Estos milagros ayudaron a la predicación de los apóstoles a ser más creíbles y produjeron muchos conversos. Parece que a medida que la Iglesia creció, los milagros en cantidades tan grandes no fueron necesarios para la autenticación de la Palabra de Dios. La vida personal y el testimonio de los creyentes finalmente fueron suficientes para difundir el evangelio sin la ayuda de numerosos milagros

Esto es útil para entender por qué vemos algo similar en nuestras vidas de fe y conversión. A menudo, al comienzo de nuestro viaje de fe, tenemos muchas experiencias poderosas de la presencia de Dios. Puede haber sentimientos profundos de consuelo espiritual y una clara sensación de que Dios está con nosotros. Pero con el tiempo, estos sentimientos pueden comenzar a desaparecer y podemos preguntarnos a dónde fueron o preguntarnos si hemos hecho algo mal. Hay una importante lección espiritual aquí.

A medida que nuestra fe se profundiza, los consuelos espirituales que podemos recibir al principio a menudo pueden desaparecer porque Dios quiere que lo amemos y lo sirvamos para una fe y amor más purificados. Debemos creerlo y seguirlo no porque nos haga sentir bien, sino porque es correcto y correcto amarlo y servirlo. Esta puede ser una lección difícil pero esencial.

Reflexione hoy sobre cuán profunda y sostenible es su fe. ¿Conoces y amas a Dios incluso cuando las cosas son difíciles y cuando parece estar muy lejos? Esos momentos, más que ningún otro, son los momentos en que su fe personal y su conversión pueden fortalecerse.

Señor, ayuda a que mi fe en ti y mi amor por ti sean profundos, estables y fuertes. Ayúdame a confiar en esa fe más que cualquier "milagro" o sentimiento externo. Ayúdame a amarte antes que nada por puro amor por ti. Jesús, creo en ti.