Reflexiona hoy sobre las muchas formas en que el diablo puede venir y quitarte la Palabra de Dios

"Los que están en el camino son los que han oído, pero viene el Diablo y les quita la palabra del corazón para que no crean y se salven". Lucas 8:12

Esta historia familiar identifica cuatro formas posibles en las que escuchamos la Palabra de Dios: algunas son como un camino trillado, otras como un terreno pedregoso, otras como un lecho de espinas y algunas son como un terreno fértil.

En cada una de estas imágenes hay una posibilidad de crecimiento con la Palabra de Dios, el terreno fértil es cuando la Palabra se recibe y da fruto. La semilla entre los espinos es cuando la Palabra crece pero el fruto es sofocado por las dificultades y tentaciones diarias. La semilla sembrada en la tierra pedregosa hace que la Palabra crezca, pero finalmente muere cuando la vida se pone difícil. La primera imagen de la semilla que cae en el camino, sin embargo, es la menos deseable de todas. En este caso, la semilla ni siquiera crece. La tierra es tan dura que no se puede hundir. El camino en sí no proporciona alimento y, como revela el pasaje anterior, el Diablo roba la Palabra antes de que pueda crecer.

Desafortunadamente, este "camino" se está volviendo cada vez más popular hoy en día. De hecho, a muchos les cuesta realmente escuchar. Podemos escuchar, pero escuchar no es lo mismo que escuchar realmente. A menudo tenemos mucho que hacer, lugares a donde ir y cosas en las que ocupar nuestra atención. Como resultado, puede ser difícil para muchas personas recibir la Palabra de Dios en sus corazones, donde puede crecer.

Reflexione hoy sobre las muchas formas en que el Diablo puede venir y quitarle la Palabra de Dios. Puede ser tan simple como mantenerse tan ocupado que esté demasiado distraído para absorberla. O puede ser que permita que el ruido constante del mundo contradiga lo que escucha antes de que se hunda. Cualquiera que sea el caso, es fundamental que intentes dar, al menos, el primer paso de escucha y comprensión. Una vez que haya completado el primer paso, puede trabajar para eliminar las "rocas" y las "espinas" del suelo de su alma.

Señor, ayúdame a escuchar Tu Palabra, a escucharla, a entenderla y a creerla. Ayuda a que mi corazón eventualmente se convierta en un terreno fértil en el que ingreses para dar abundantes frutos buenos. Jesús, creo en ti.