Reflexiona hoy sobre el hecho de que Dios está hablando en lo más profundo de tu alma todos los días.

“Lo que les digo, se lo digo a todos: '¡Miren!'” Marcos 13:37

¿Estás atento a Cristo? Si bien esta es una pregunta profundamente importante, hay muchos que ni siquiera comprenden completamente lo que significa. Sí, en la superficie está claro: estar "atento" significa ser consciente de la presencia de nuestro Señor en tu vida y en el mundo que te rodea. Entonces, ¿tienes cuidado? ¿Estás alerta? ¿Estás mirando, buscando, esperando, anticipando y preparándote para la venida de Cristo? Aunque Jesús vino a la Tierra hace más de 2000 años en forma de niño, continúa viniendo a nosotros hoy. Y si no eres consciente diariamente de Su profunda presencia, es posible que ya estés un poco dormido, espiritualmente hablando.

Nos "dormimos" en un nivel espiritual cada vez que volvemos nuestros ojos internos a las cosas pasajeras, irrelevantes e incluso pecaminosas de este mundo. Cuando eso sucede, ya no podemos ver a Cristo mismo. Desafortunadamente, esto es cada vez más fácil de hacer. La violencia, la enfermedad, el odio, la división, el escándalo y cosas por el estilo nos atormentan día tras día. Los medios diarios compiten para presentarnos las noticias más impactantes y sensacionales posibles. Las redes sociales intentan a diario llenar nuestra corta capacidad de atención con mordiscos sónicos e imágenes que satisfacen solo por un momento. Como resultado, los ojos de nuestra alma, nuestra visión interior de la fe, se oscurecen, se ignoran, se olvidan y se descartan. Como resultado, parece que muchos en nuestro mundo de hoy ya no pueden atravesar el creciente ruido caótico para escuchar la voz suave, clara y profunda del Salvador del mundo.

Al comenzar nuestro tiempo de Adviento, nuestro Señor les está hablando en lo más profundo de su alma. Amablemente está diciendo: "Despierta". "Escucha." "Reloj." No gritará, susurrará, así que debes prestarle toda tu atención. ¿Lo ves? ¿Lo sientes? ¿Escúchalo? ¿Tú lo entiendes? ¿Conoces su voz? ¿O las muchas voces a tu alrededor te están alejando de las verdades profundas, profundas y transformadoras que Él desea comunicarte?

Reflexione hoy sobre el hecho de que Dios está hablando en lo más profundo de su alma todos los días. Te está hablando ahora. Y lo que dice es todo lo que realmente importa en la vida. El Adviento es un tiempo, más que ningún otro, para renovar el compromiso de escuchar, estar atento y responder. No te quedes dormido. Despierta y presta atención a la profunda voz de nuestro Señor.

¡Ven, Señor Jesús! ¡Venir! Que este Adviento sea un tiempo de profunda renovación en mi vida, querido Señor. Que sea un momento en el que me esfuerzo con todo mi corazón por buscar Tu voz suave y profunda. Dame la gracia, querido Señor, de alejarme de los muchos ruidos del mundo que compiten por mi atención y de volverme solo a Ti y a todo lo que quieras decir. Ven, Señor Jesús, entra más profundamente en mi vida durante este tiempo de Adviento. Jesús, creo en ti.