Reflexione hoy sobre el hecho de que Jesús desea obtener la purificación de su Iglesia

Jesús entró en el área del templo y echó a los que vendían cosas, diciéndoles: “Está escrito: Mi casa será casa de oración, pero tú la has convertido en cueva de ladrones. "Lucas 19: 45-46

Este pasaje no solo revela algo que Jesús hizo hace mucho tiempo, sino que también revela algo que desea hacer hoy. Además, desea hacer esto de dos maneras: desea erradicar todo mal en el templo de nuestro mundo y desea erradicar todo mal en el templo de nuestros corazones.

En cuanto al primer punto, está claro que el mal y la ambición de muchos a lo largo de la historia han penetrado en nuestra Iglesia y en el mundo. Esto no es nada nuevo. Es muy probable que todos hayan sufrido algún tipo de dolor por parte de la propia Iglesia, de la sociedad e incluso de la familia. Jesús no promete la perfección de quienes nos encontramos todos los días, pero promete perseguir vigorosamente el mal y erradicarlo.

Con respecto al segundo y más importante punto, debemos ver este pasaje como una lección para nuestra alma. Cada alma es un templo que debe reservarse únicamente para la gloria de Dios y el cumplimiento de Su santa voluntad. Por lo tanto, este pasaje se cumple hoy si permitimos que nuestro Señor entre y vea la maldad y la inmundicia en nuestras almas. Puede que esto no sea fácil y requerirá verdadera humildad y entrega, pero el resultado final será la purificación y purificación de nuestro Señor.

Reflexione hoy sobre el hecho de que Jesús desea la purificación de muchas maneras. Deseas purificar la Iglesia en su conjunto, cada sociedad y comunidad, tu familia y especialmente tu alma. No temas dejar que la santa ira de Jesús obre su poder. Ore por la purificación en todos los niveles y deje que Jesús lleve a cabo su misión.

Señor, oro por la purificación de nuestro mundo, de nuestra Iglesia, de nuestras familias y sobre todo de mi alma. Te invito a que vengas a mí este día para revelarme lo que más te aflige. Los invito a erradicar, en mi corazón, todo lo que me desagrada. Jesús, creo en ti.