Reflexiona hoy sobre el hecho de que has tomado la "llave del conocimiento" y abierto los misterios de Dios

“¡Ay de ustedes, estudiantes de derecho! Te quitaste la clave del conocimiento. Ustedes mismos no entraron y detuvieron a los que intentaron entrar ”. Lucas 11:52

En el evangelio de hoy, Jesús continúa castigando a los fariseos y estudiantes de la ley. En este pasaje anterior, los castiga por “quitarles la llave del conocimiento” y buscar activamente mantener a otros alejados del conocimiento que Dios quiere que tengan. Esta es una acusación fuerte y revela que los fariseos y los eruditos de la ley estaban dañando activamente la fe del pueblo de Dios.

Como hemos visto en los últimos días en las Escrituras, Jesús reprendió severamente a los estudiantes de derecho y fariseos por esto. Y Su reproche no fue solo por ellos, sino también por nosotros, para que sepamos que no debemos seguir a falsos profetas como estos y a todos aquellos que solo están interesados ​​en ellos mismos y en su reputación más que en la verdad.

Este pasaje evangélico no es solo una condena de este pecado, sino que sobre todo plantea un concepto profundo y hermoso. Es el concepto de "clave del conocimiento". ¿Cuál es la clave del conocimiento? La clave del conocimiento es la fe, y la fe solo se puede obtener al escuchar la voz de Dios. La clave del conocimiento es dejar que Dios te hable y te revele sus verdades más profundas y hermosas. Estas verdades solo se pueden recibir y creer a través de la oración y la comunicación directa con Dios.

Los santos son el mejor ejemplo de quienes han penetrado en los misterios profundos de la vida de Dios. A través de su vida de oración y fe han llegado a conocer a Dios en un nivel profundo. Muchos de estos grandes santos nos han dejado hermosos escritos y un testimonio poderoso de los misterios ocultos pero revelados de la vida interior de Dios.

Reflexiona hoy sobre el hecho de que has tomado la "llave del conocimiento" y abierto los misterios de Dios a través de tu vida de fe y oración. Vuelva a buscar a Dios en su oración personal diaria y busque todo lo que Él desea revelarle.

Señor, ayúdame a buscarte a través de una vida de oración diaria. En esa vida de oración, llévame a una relación profunda contigo, revelándome todo lo que eres y todo lo que concierne a la vida. Jesús, creo en ti.